Observando al presidente venezolano Hugo Chávez, días atrás, instar a sus militares a "prepararnos para la guerra" con Colombia, no pude evitar preguntarme si no terminará como el fallecido protagonista de la serie de televisión "El Cazador de Cocodrilos". O sea, como una víctima de su propia adicción a mantener entretenida a su audiencia.
¿Recuerdan El Cazador de Cocodrilos?, la serie de TV en la que el australiano Stephen Irwin -más conocido como Steve- sorprendía al acercarse peligrosamente a los animales salvajes. A medida que el rating del programa aumentaba, también crecía su necesidad de hacer cosas más temerarias para mantener su nivel de audiencia. Cuando Steve enfrentaba a un león o ataba las fauces de un cocodrilo, me preguntaba si la necesidad de superar sus audacias no acabaría en tragedia. Irwin murió en 2006, cuando se acercó demasiado a una raya venenosa en la Gran Barrera de Coral de Australia, y el enorme animal le perforó el pecho con su cola con púas.
La carrera televisiva de Irwin invita a comparaciones. Igual que El Cazador de Cocodrilos, Chávez debe buena parte de su supervivencia política a su capacidad para mantenerse en el centro de las noticias. Cuando las cosas se le ponen difíciles, Chávez desvía la atención pública: Ha denunciado supuestos planes de Estados Unidos para invadir Venezuela, y gastó más de u$s 5000 millones en armas rusas.
Ha enviado tropas a la frontera con Colombia, porque la presencia de tropas estadounidenses antinarcóticos en bases de la Fuerza Aérea colombiana tendría como objeto una invasión a Venezuela. Hasta los gobiernos cercanos a Venezuela dicen que la idea -después del fiasco de Irak- es descabellada. Pero Chávez podría elevar su apuesta. Su popularidad cayó un 46%, seis puntos menos que el mes pasado y la economía se derrumba. En tanto, la oposición se organiza para las elecciones legislativas de 2010, que podrían terminar con el control chavista del Congreso.
Venezuela sufre los primeros cortes de energía desde la nacionalización de la empresa Electricidad de Caracas, hace un año. El gobierno dice que se debe a trabajos de mantenimiento y de instalación de nuevos equipos, pero para los expertos, la infraestructura se derrumba. Por primera vez hay escasez de agua en la capital y provincias; para Chávez "la culpa es de las piscinas de los ricos" que "le quitan agua a los pobres" y pidió a los venezolanos que se den "duchas comunistas" de tres minutos, para ahorrar agua.
El presupuesto 2010 prevé aumento de más del 600% en los gastos personales de Chávez: u$s 2200 millones. Incluye u$s 264.000 para ropa, u$s 18.500 para calzado, y u$s 145.000 para productos de tocador. En momentos en que la economía caerá alrededor de 2% este año, irritan los gastos personales del presidente.
¿Iniciará Chávez una guerra con Colombia? Diplomáticos de EEUU, Europa y Latinoamérica dicen que no. Las fuerzas armadas venezolanas, con 78.000 efectivos, no pueden competir con los 230.000 efectivos de Colombia, que además están mejor entrenados y más motivados.
Mi opinión: Chávez probablemente no declarará una guerra frontal con Colombia. Pero si la economía venezolana sigue deteriorándose, y el índice de popularidad de Chávez sigue cayendo, no me sorprendería que produzca un incidente fronterizo para presentarse como el salvador de la patria.
Como Steve, el cazador de cocodrilos, Chávez es adicto a los ratings, y puede hacer cualquier cosa por no perder público, aunque eso conlleve un riesgo para su propio futuro.
"LAS COSAS van mal para Chávez. Podría elevar su apuesta para desviar la atención pública con un incidente fronterizo con Colombia y presentarse como el salvador de la patria."