La continuidad de Fabián Martín en la Vicegobernación no sorprendió. Las cuentas en la Legislatura eran claras y el gobernador Orrego no estaba dispuesto a un escenario de debilidad parlamentaria. El resultado del 26 de octubre, conocido por todos, afectó los planes de las principales fuerzas políticas sanjuaninas. No sólo reperfiló la estrategia de la Casa de Gobierno, sino que desató el natural proceso de reconfiguración interna poselectoral con miras a la batalla final: el 2027.

Hay una novela experimental de Julio Cortázar -62/Modelo para armar- que nace de un capítulo de su obra emblema -Rayuela- y que es considerada como una obra de difícil análisis principalmente porque para interpretarla hay que conocer los trabajos previos del autor. En la política sanjuanina, mutatis mutandis, sucede lo mismo. Hay movimientos recientes que deben ser interpretados a la luz de los acontecimientos del pasado inmediato. Los antecedentes juegan un papel clave en las proyecciones de los comicios del 2027.

El jueves, tras la confirmación de la estadía de Martín en San Juan, el Vice habló brevemente con una serie de medios de comunicación. En una entrevista con Radio Light tuvo el primer gesto de acercamiento con La Libertad Avanza después de las elecciones nacionales legislativas de octubre que determinaron un escenario de tercios en la provincia con un diputado para el peronismo, uno para el oficialismo y otro para el mileísmo. “En lo posible deberíamos armar un frente para ser lo más competitivos posible”, dijo.

DIARIO DE CUYO tuvo la repercusión inmediata en las filas del partido del presidente Javier Milei. Una vez más, de acuerdo a fuentes de jerarquía de La Libertad Avanza, hubo una respuesta contundente: “No way”. Sin embargo, huelga decirlo, la política es el arte de lo posible. La política es una frase de Mirtha Legrand: “Lo es no es puede llegar a ser”. Pero los antecedentes en materia de alianzas entre el oficialismo provincial y nacional son claras. Diálogo, sí; unidad, no por ahora.

Incluso con operaciones mediáticas constantes -en La Nación y en algún medio local también- sobre la unidad entre Orrego y Milei en el 2025, la realidad se impuso. El representante del Presidente en San Juan, el diputado nacional José Peluc, blindó el partido meses antes a la conformación de frentes y jugó en soledad con la idea de ingresar un legislador más al bloque en la Cámara baja. Lo logró. En tanto, el gobernador Marcelo Orrego optó por un frente provincial que hiciera hincapié en la gestión para romper la polarización nacional. Retuvo la banca en el Congreso y cumplió el objetivo.

Naturalmente, las elecciones ejecutivas del 2027 son otro cantar. Pero la reorganización indica que haya puentes entre orreguistas y libertarios. Los tercios de octubre pasado tal parece que sólo le sirven al peronismo, que incluso con disgregaciones internas y esfuerzos dispares, salió en primer lugar, aunque perdió una banca. Martín dio la primera señal -el primer gesto- de aproximación. Quizá no fue afortunada la declaración textual de “con Peluc y con todo adentro”. Al representante de Milei no le cayó en gracia. No obstante, Peluc no clausuró el diálogo con Orrego ni con el exsenador Roberto Basualdo, con quien sostiene un vínculo desde hace años.

Entonces, en términos electorales -porque en cuestiones institucionales la relación Orrego-Milei goza de buena salud y de expectativas para ambos dirigentes con puntos de coincidencia en cuestiones mineras- sólo puede hablarse -o escribirse- sobre un escarceo. Es decir, movimientos tentativos para probar suerte, aunque Peluc sostenga que la unidad de ambos oficialismo no tendría un efecto tan contundente en el electorado como se cree porque los votantes tienen distintos perfiles.

Por su parte, el peronismo que, tal como analizó DIARIO DE CUYO, no tiene más herederos y ahora tiene que construir un liderazgo, pasa por una reorganización tan caótica como siempre. No sería peronismo si no lo hiciese. Todos quieren tomar la batuta. El ya proclamado diputado nacional Cristian Andino -que asume el 3 de diciembre- es una ficha puesta para el 2027 a excepción de una jugada mayor del senador nacional Sergio Uñac. El exgobernador dio entrevistas a medios nacionales y comentó sobre su aventura presidencial que probablemente no prospere, pero le permita hacerse un lugar en la rosca nacional. De no tener suerte, retornará a la provincia y, en tal caso, discutirá con Andino, su propio alfil.

El exintendente de San Martín tiene -al menos en términos públicos- la banca de los intendentes del Partido Justicialista. Dos fotos recientes son la mejor muestra. La primera en la entrega de diplomas a los nuevos legisladores nacionales. La segunda en la Fiesta del Sol con los caciques justicialistas e incluso con el senador por Tucumán, Juan Manzur, que tiene familia y negocios en San Juan. Hay que cribar las fotos, es cierto. Por ejemplo, el rawsino Carlos Munisaga sostiene una sociedad con el exintendente de Chimbas, Fabián Gramajo. En tanto, el pocitano Fabián Aballay mantiene distancia de todos salvo de Uñac. No es un apoyo claro para nadie.

Hay que darle unos centímetros de papel al bloquismo. El partido de la estrella fue clave en los movimientos legislativos recientes. El presidente de la fuerza de Cantoni, el diputado provincial Luis Rueda, cedió la banca nacional que le correspondía a Federico Rizo. Espera un gesto de reciprocidad. Quizá la vicepresidencia primera de la Cámara de Diputados local. Mientras tanto, tuvo una reunión con Peluc. ¿Para qué? Al parecer sucedió antes de la designación del fiscal General de la Corte. Tal vez prueben trabajar juntos en cuestiones estrictamente parlamentarias. O tal vez proyecten algo en conjunto. El representante de Milei está interesado en el equipo técnico del bloquismo, pero no a cualquier precio.