El rectorado es la cabecera del gran cuerpo académico que forman las distintas facultades y colegios preuniversitarios.

Una de las principales virtudes del ser humano radica en cultivar la memoria. Ser memorioso no significa únicamente apoyarse en experiencias vividas para construir un futuro mejor. Es también saber brindar un justo reconocimiento a la trayectoria de nuestros predecesores; homenajear a las personas que hicieron un camino marcando con grandeza y dignidad nuestro pasado. 

Ese sentimiento se despierta año tras año cuando rememoramos un nuevo aniversario de la Universidad Nacional de San Juan, cuando salimos al encuentro de nuestra génesis, cuando transitamos por el trazado de nuestros recuerdos. Una historia signada por destacados hombres y mujeres provenientes de diversos campos de la ciencia, que comprendieron el desafío planteado. 

Conscientes de la necesidad de conducir el proceso de transformación que ya se vislumbraba en nuestra provincia, formaron parte de la gestación del proyecto de Universidad, que demandaba abrir espacios al saber y congregar instituciones educativas de muchos años de trayectoria en nuestra provincia en nivel medio y superior.

Y así fue como a partir de la Ley Nacional Nº 20.367 sancionada el 10 de mayo de 1973, se abría paso a la creación de nuestra Universidad, unificando la integración de la Facultad de Ingeniería, Ciencias Exactas Físicas y Naturales, la Escuela Industrial Domingo Faustino Sarmiento (cuyo origen data del primer Colegio Nacional creado por el propio prócer durante su gobernación en el siglo XIX), y la Escuela de Comercio Libertador General San Martín, establecimientos que pertenecían a la Universidad Nacional de Cuyo. También se le adicionaría el Instituto Nacional del Profesorado dependiente del Estado Nacional.

Con posterioridad, el 10 de octubre de 1973 se formalizó el traspaso de la Universidad Provincial Domingo Faustino Sarmiento (creada por Leopoldo Bravo durante su gobernación en 1964), que incluía a la Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes, Facultad de Ciencias Sociales y el Colegio Central Universitario Mariano Moreno.

El 23 de octubre de 1975 se da lugar a la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, escindiéndose de la Facultad de Ingeniería. Y en noviembre de 1983 se crea la Facultad de Arquitectura que integraba también a la Facultad de Ingeniería, quedando conformada la estructura de cinco facultades. La Escuela de Ciencias de la Salud creada el 21 de diciembre de 2016 por la Asamblea Universitaria, vino a enmarcar una gran necesidad otorgando respuesta a los requerimientos de una sociedad

 

  • Cambios estructurales

La creación de la Universidad Nacional de San Juan significó acompañar desde el ámbito académico, esos cambios estructurales. Implicó delinear un horizonte asociado a estrategias vinculadas a un contexto socio económico y productivo que brindaba señales propias de un futuro incierto. 

La complejidad para crecer bajo la dinámica del monocultivo, la imperiosa disposición que requería resolver las dificultades hídricas, las necesidades de abastecimiento energético, el crecimiento demográfico, la expansión urbanística, y la consolidación del proyecto de reconstrucción que generó el terremoto de 1944, exigía la sólida formación de recursos humanos en diferentes campos del saber.

Nuestra tierra sigue representando el mismo espacio geográfico, casi 90.000 km. Sin embargo, la incorporación de nuevas tierras al cultivo, la consolidación de aptitudes superiores para el desarrollo de una producción agrícola renovada, con excelentes cualidades para su exportación (olivicultura, semillas de hortalizas, forrajeras, aromáticas, de cereales y flores), el desarrollo de la industria, la necesidad de promover una minería sustentable, son algunos de los requerimientos presentes en una realidad que exige todo el apoyo del conocimiento.

Cuando se crea la UNSJ la población de San Juan apenas superaba los 390.000 habitantes. Hoy somos aproximadamente 785.000 sanjuaninos sosteniendo una identidad, construyendo una provincia que crece con sus obras, que desafía con la innovación de su gente, que se forma y transforma, que se alimenta de la riqueza de su cultura, que respira a través de cada poro de nuestra querida casa de Altos Estudios.

 

Por Magister Arq. Jorge Cocinero Raed
Prof. Universidad Nacional de San Juan