El debate por la ley del aborto otra vez en el ojo de la tormenta.

Varias veces hemos visto películas en las cuales durante un naufragio los botes no alcanzan para todas las personas a bordo. Las tensiones que se producen son diversas. Peleas entre grupos, violencia. Por lo general ganan los más fuertes. 

Uno de los argumentos poco explicitados por los centros de poder internacionales es la teoría según la cual los bienes del planeta no alcanzan para todos. En la lucha por sobrevivir pierden los pobres, y entre ellos los niños no nacidos aún. 

Estos organismos suelen condicionar sus ayudas a que haya menos pobres, que no es lo mismo que menos pobreza. 

En la Argentina no sobra nadie. No es progresista optar por el camino del descarte del más débil entre los pobres.

  • Ceder a presiones

El gobierno del presidente Mauricio Macri estuvo presionado por esos intereses para presentar su proyecto hace dos años. El actual presidente Alberto Fernández vuelve a ceder a esas presiones. Ambos proyectos coinciden con reuniones y acuerdos con el FMI. No me resulta casual. 

En las discusiones de hace dos años y en varias publicaciones se han realizado investigaciones que muestran los vínculos económicos entre las fundaciones promotoras del aborto y esos intereses multinacionales. Por eso se habla tanto de los pobres en los argumentos del debate iniciado, y poco de grupos de otras condiciones sociales que empujan en esa línea.

Otras de las razones esgrimidas se relacionan con la salud de la mujer y el presunto deseo de buscar la disminución de muertes por abortos clandestinos. Sin embargo, hay que señalar que poco se avanza en las otras causas de muerte de las mujeres embarazadas y las no embarazadas. Según expresó el Senador Justicialista de Formosa José Mayans "el aborto es la causal de muerte femenina número 74” de una larga lista. Sí, leíste bien.

Las mujeres pobres mueren por enfermedades curables en condiciones económicas más favorables. En la infancia las niñas pobres son mal alimentadas, en la pubertad no tienen un acompañamiento adecuado a su desarrollo físico. Ni medicación, ni cuidado de la higiene corporal, ni medicina preventiva, ni educación sexual. Toda la "inteligencia” de la política pública parece reducida a proveerles de anticonceptivos "por las dudas”. 

Ya en la edad juvenil y entrando en la vida adulta, ante la noticia del embarazo se les ofrece el aborto y la posterior ligadura de trompas, dan testimonio las mujeres de las Villas de la Ciudad de Buenos Aires. En la salita del barrio, no hay educación para los cuidados de salud, de alimentación, la lactancia post parto. Y ni hablar de acceder a una ecografía durante el embarazo. En varias Provincias el sistema de salud no brinda esas posibilidades.

Tampoco es tan extendida (si de salud de la mujer se trata) la promoción de mamografías a modo preventivo, sino que a las mismas se accede después de una consulta con el especialista que detecta una anomalía. El estudio puede demorar meses para concretarse según el lugar de vivienda de la "paciente”. Como vemos, a nivel nacional, el cuidado de la salud de la mujer brilla por su ausencia como política pública. 

 

  • Poco cuidado por el embarazo

El ministro Ginés González García en su presentación en el Congreso de la Nación expresó: "Acá no hay dos vidas, solo una; lo otro es un fenómeno". Así se entiende el poco cuidado en el embarazo. Incluso a juzgar por las propuestas no sólo "no hay dos vidas" sino ni siquiera una para cuidar y promover. La propuesta omite llamar a las cosas por su nombre, y no habla de madre o embarazo, sino de una abstracción lingüística: "persona gestante". 

Otra de las consecuencias del presente proyecto es no asumir el drama del abuso sexual y la violación. Cualquier mujer incluso desde la adolescencia, puede solicitar el aborto producto del delito, eliminando la vida engendrada, pero sin consecuencias legales para el delincuente. ¿A quién beneficia y a quiénes perjudica este modo de proceder?

Ante el "yo decido sobre mi cuerpo", es necesario preguntarse: ¿El aborto es como quitarse una muela? ¿Es semejante a una cirugía de hemorroides o de apéndice? ¿Tiene las mismas consecuencias corporales y emocionales?

 

  • Descarte del más débil

En la Argentina no sobra nadie. Ni niño, niña, abuelo o abuela. No es progresista optar por el camino del descarte del más débil entre los pobres. Ellos, los niños por nacer, no votan pero tienen derechos que la democracia debe custodiar. Simultáneamente se envía al Congreso el proyecto de "los primeros mil días” para alimentar y cuidar al bebé deseado, ¿y descartar al otro? ¿No tienen los mismos derechos?

Hay que cuidar las 2 vidas, incluyendo la que está dentro del vientre materno. 

Se anunció que el debate en el recinto de la Honorable Cámara de Diputados se realizará el 10 de diciembre. ¡Qué contrasentido! Justo ese día se conmemora un nuevo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Esperemos sean respetados. 

 

Por Jorge Eduardo Lozano
Arzobispo de San Juan de Cuyo. Miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano.