ULTIMA NOTA

Para finalizar con esta serie de notas vinculadas al sufrimiento de los animales mencionaremos métodos alternativos a la experimentación animal. En este sentido cito a David Estellés, quien expresa que "Todo alegato en contra de la experimentación con animales sería estéril si no se dispusiera de alternativas científicas de probada utilidad que permitan su remplazo".

Entre las alternativas que existen al día de hoy, y que utilizan la mayoría de los países desarrollados figuran las siguientes: Cultivos celulares de tejidos, que permiten realizar distintas pruebas de toxicidad.

Modelos por computadora. Existen hoy avanzados métodos tecnológicos, como programas que prevén el efecto que tendrá un medicamento a partir de la estructura de una molécula humana y la del producto a probar, además de otros datos.

Técnicas físico-químicas. Sistemas no biológicos como la espectrometría de masas, de gran utilidad para distintos análisis de datos.

Observación clínica. El análisis de la evolución de los enfermos es uno de los métodos más extendidos y eficientes para aprender sobre una enfermedad.

Epidemiología. La observación de la incidencia de una enfermedad en diferentes grupos o poblaciones ha ayudado a descubrir la relación entre diversas actividades, dietas, productos y ciertas enfermedades.

Autopsias. Un método no suficientemente valorado, aunque mucha de la información que aportan no se puede obtener de otros modos.

"Una vez conocidos todos los datos relevantes sobre el tema, vale la pena replantearse la postura personal y ver si realmente es necesario todo el sufrimiento que estamos ocasionándole a millones de animales en centros de experimentación de todo el mundo", sostiene Estellés.

Es oportuno aclarar que las universidades más prestigiosas de Estados Unidos: Harvard, Stanford y Yale, abolieron la experimentación en animales de laboratorio luego de un arduo trabajo de refinamiento y remplazo de técnicas de investigación. ¡Qué lejos estamos!

Si los animales no han llegado todavía a la Universidad Católica de Cuyo, están a tiempo de replantear el tema de la investigación en ese ámbito académico, destinando esos fondos a investigación sin crueldad animal.