No cabe duda de que el amor con su eterna magia tiene raíces distintas, difusas, muchas veces conscientes e incluso neuróticas. El elevado número de jóvenes que se casan con hombres maduros que muy bien podrían ser sus padres. Naturalmente esto no deja de asombrar.

El clima otoñal es seductor, pero también lo es la seguridad que da un hombre entrado en años. El mundo que está dispuesto a ofrecer tiene sugestión, y por qué no decirlo, también un cierto hechizo.

Ejemplos hay muchos, y en cierta época en que los casos que comento no eran tan frecuentes como lo son en los tiempos que corren. El histórico Charles Chaplin es uno de ellos. Ona O'Neil, con quien tuvo varios hijos, ha dicho: "nunca me he sentido sola, él siempre ha estado junto a mí''.

Palabras conmovedoras que dan un mentís a quienes aseguran que estos amores no suelen durar mucho. Uno de los casos más espectaculares fue el de Picasso, quien a los 85 años se casó con la modelo Jaqueline Roque, de 39 años, apacible morena que acataba todos los caprichos del genio. Thomas S. Elliot, de 72 años, uno de los mas grandes poetas que vivían en la década del 70, se casó con una mujer 39 años más joven, y vivieron felices. Ni qué decir de Pablo Casals, que ya nonagenario estaba casado con la fulgurante modelo Marta Martínez, de 33 años.

¿Cómo puede ser el universo íntimo de una pareja teniendo en cuenta la gran diferencia de edad? Es posible que haya gustos o ansias marcadamente distintas. Pero es necesario reconocer a mujeres cuya forma de ser, razonar o actuar, es la de una persona mayor, es decir que son mujeres jóvenes a la antigua.

También es cierto que los hombres se sienten halagados de ser correspondidos por una joven. Uno de los motivos podría ser porque a pesar de su avanzada edad, su estado general, actividad física, cultural o mental, e inclusive su carácter, no lo demuestran. Se dice con frecuencia que cuando en la vida se tiene proyectos se es joven, y viejo cuando no los tiene.

Podría decirse que el hombre tiene la edad de sus proyectos. Se dan ocasiones en que el hombre encuentra en la mujer joven el "amigo'' con quien quisiera estar siempre.. "Elige como esposa a la mujer que elegirías como amigo si fuese hombre'', dice un proverbio. Además no tiene que conquistar nada.

Ella sí. y él puede ser su artífice, porque parte de él, quizá no sea un metejón o una llamarada de pasión propia de los 20 o 30 años, pero sí ternura, cariño puro sin egoísmos, se quiere a sí mismo ....para ella, como Pigmalión. Hay razones científicas, según el doctor Fernan d Cuevillas, citado por José E. Ferrari, por las cuales muchas chicas prefieren a los hombres maduros.

La personalidad atrayente del padre frecuentemente predomina en el subconsciente de la mujer. El "Psiquismo'' femenino busca apoyo, admiración y fuerza, que muchas chicas encuentran en hombres mayores, aunque se dan casos en que sólo buscan seguridad y promoción económica.

Y si nos referimos al hombre, una forma de amor filial sustitutivo. Pero el verdadero amor entre un hombre maduro y una mujer joven puede existir cuando viven el encantamiento de los que verdaderamente quieren y comprenden. Ese maravilloso impulso que se llama amor...no necesita calendario...

(*) Escritor.