Uno de los aspectos más preocupantes de la guerra entre Rusia y Ucrania es que estamos a las puertas de un conflicto bélico de grandes proporciones en el que las potencias del mundo están en condiciones de utilizar grandes arsenales de armamento sofisticado desarrollado en los últimos tiempos. 


Más allá de las guerras regionales que se han estado librando en las últimas décadas, especialmente en la zona de Oriente Medio, esta conflagración tiene otras características que la hacen más global y que virtualmente enfrenta otra vez a Oriente con Occidente en una lucha que puede llegar a tener resultados insospechados. 


En los primeros tramos de esta gran contienda iniciada el pasado 24 de febrero comenzaron a utilizarse armas convencionales propias del siglo pasado. Tanques de guerra, armas varias, misiles de antigua generación y aviones cazas construidos durante la Guerra Fría. Según los expertos, la guerra propiamente dicha todavía no ha alcanzado su punto máximo por lo que la incorporación de armas sofisticadas recién está comenzando. 


MISILES TERMOBÁRICOS

 En este rubro están los misiles termobáricos que responde al uso del sistema de armas TOS-1, que es un lanzacohetes múltiple, cuyos misiles llevan ojivas termobáricas con gran efecto incendiario y de explosión devastadora. Este armamento conocido también como bomba termobárica o de vacío, puede alcanzar una temperatura de hasta 3.000 grados Celsius, por lo que su uso está prohibido por la Convención de Ginebra, constituyendo su uso un crimen de guerra. 


El TOS-1, utilizado por el ejército ruso está diseñado para atacar personal militar, emplazamientos de artillería y edificios, incluyendo las estructuras y construcciones fortificadas del enemigo. Rusia lo comenzó a utilizar en Afganistán en apoyo de los talibanes con los que ha alcanzado una gran afinidad. 


El uso de esta arma de gran precisión y poder destructivo abre las puertas a que cualquiera de las partes en conflicto comience a utilizar armas químicas y biológicas. 

Moscú admitió el uso de misiles termobáricos, de altísimo poder destructivo, algo que está prohibido por convenciones internacionales.


 ARMAS QUÍMICAS

 En los últimos días hubo denuncias cruzadas sobre la posibilidad de que Rusia o Ucrania pudieran estar considerando la utilización de armas químicas o biológicas, una acción que también está terminantemente prohibida a nivel internacional. 


Mientras que Estados Unidos de Norteamérica señala que las fuerzas de Vladimir Putin podrían atacar con armas químicas y biológicas, Rusia denunció la existencia de 30 biolaboratorios en Ucrania financiados por EEUU que trabajan con patógenos muy peligrosos. 


Por su parte EEUU negó financiar armas biológicas en laboratorios de Ucrania tratando de despegarse de una acción que si es comprobada le costará una grave condena de la comunidad internacional. 


Las armas químicas de las que se está hablando consisten en sustancias químicas empleadas para causar intencionalmente daños o la muerte por medio de sus propiedades tóxicas. Se las considera de destrucción masiva. 


Aunque el uso de las armas químicas modernas data de la Primera Guerra Mundial, cuando causaron cerca de 100.000 muertos, en la Segunda Guerra se emplearon en los campos de concentración nazis y de Asia. A pesar de la prohibición de su uso fue durante la Guerra Fría, entre 1970 y 1980 en que estas armas fueron desarrolladas en mayores cantidades fabricándolas y almacenándolas con nuevas tecnologías. Algunas de estas armas más usada en el mundo son el gas mostaza, el gas cloro y el gas sarín. 


 
PODERÍO AÉREO

 Es por todos conocido el poderío aéreo que tiene Rusia que supera ampliamente al de su rival Ucrania. De todas formas ha surgido en los últimos tiempos una gran incógnita referida al porqué Rusia no ha desplegado toda su capacidad para definir la guerra a su favor. Se hacen una serie de especulaciones sobre los motivos, pero nadie conoce a ciencia cierta que lo que se está planeando. 


La Fuerza Aérea rusa cuenta con 132 bombarderos, 832 cazas y 358 aviones de transporte. En contra posición Ucrania apenas tiene 86 cazas y 63 aviones de transporte. No contabiliza ningún bombardeo. 


Donde hay diferencias es con los drones ya que Ucrania posee curiosamente 66 drones, mientras que Rusia solo 25. En preparación de la guerra el gobierno de Rusia se abocó a actualizar muchos de los aviones que dispone, incorporándole a cada aeronave tecnología y armas más modernas. Entre los aviones que se disponen están los del tipo Su-27, incluyendo los nuevos Su-27SM y la última versión el Su-35 "Flanker-E". Estos aviones soviéticos, a diferencia de los ucranianos, disponen de radares aire-aire más nuevos y potentes, propios de la más moderna aviónica.


Por su parte Ucrania posee una flota de cazabombarderos polivalentes Mikoyan-Guerevich MiG-29, y los cazas Sukhoi Su-27 "Flanker". 


La esperanza de Ucrania es que la OTAN o países como Polonia colaboren con armamento variado, en el caso de este último, enviando aviones MiG-29 que han sido totalmente actualizados y adaptados para conflictos de estas características.


Hasta ahora estas son las armas de las que más se está hablando, lo que no quiere decir que próximamente se devele la existencia de armas más sofisticadas y poderosas que las potencias mundiales estén reservando ante un recrudecimiento del conflicto.

Por Alfredo Correa 
DIARIO DE CUYO