--PRIMERA NOTA--

Treinta y cinco años han pasado. Se hacen presentes los recuerdos de la guerra de Malvinas. Una herida profunda aún no curada de nuestra patria. Un torbellino de recuerdos se agolpa en mi memoria tratando cada uno de ellos aflorar primero. Pero me niego a liberarlos. Sólo quiero hacer un sentido homenaje a los verdaderos héroes que nos dejó esta cruenta guerra. Ellos están a un abismo de distancia de aquellos héroes de barro que todos los días nos muestran los programas de televisión. 

De estos héroes, me jacto y vanaglorio en decirlo, me he apropiado de algunos de ellos. Son mis héroes personales. Les presento algunos y les digo por qué son mis héroes: Cabo Roberto Bacilio Baruzzo, Regimiento de Infantería 12 - Por su heroísmo en la batalla del Monte Harriet, combatiendo herido por esquirlas de bombardeos en los días anteriores.

Baruzzo transportó bajo fuego a heridos, exponiéndose a sí mismo y arriesgando su vida en varias ocasiones. Siguió la pelea durante las maniobras contra la infantería enemiga en combate cuerpo a cuerpo hasta agotar munición. Incluso intentó combatir con su cuchillo hasta caer prisionero ante un pelotón de Royal Marines.
Conscripto Clase 62, Oscar Poltronieri, Regimiento de Infantería Mecanizado 6. Por sus acciones de combate durante la batalla del cerro "Dos Hermanas''.

Era operador de una ametralladora. Desoyendo la orden de retirada, se quedó combatiendo solo. De ese modo, permitió el repliegue de todos sus compañeros a zonas seguras e impidió avanzar a todo el dispositivo ofensivo británico.

Durante la Batalla de Monte Tumbledown, Poltronieri guió al pelotón de ingenieros anfibios del teniente de corbeta Héctor Omar Miño, en un contraataque contra los elementos avanzados de la Guardia Escocesa: El Comenta: "Allí hice - repeche - y me encontré con un teniente de Infantería de Marina con el que hicimos el avance.

Yo iba adelante. Atrás venía un montón de compañeros, cuando escuché una voz que no era de las nuestras. Entonces le dije al oficial que adelante nuestro estaban los ingleses tirando tiros y tomando whisky, y éste les arrojó una granada; ellos respondieron con fuego hacia nosotros y le dieron a él.

Desde entonces, hace 30 años, no lo ví más; pero me dijeron que está vivo''. Supuesto muerto en acción por su unidad, fue recibido con total sorpresa y algarabía cuando sus oficiales, suboficiales y soldados lo vieron regresar, dos días después, de lo que presumían era una muerte segura.

Sub teniente Oscar Augusto Silva, - Regimiento de Infantería 4. Por ser sanjuanino y por no replegarse, a pesar de que estaba impartida la orden eligió desplazarse hasta las posiciones de sus hermanos los gloriosos infantes de marina del Batallón de Infantería de Marina 5. Ellos aún resistían y se sumó a la desesperada pelea que mantenían contra un enemigo superior en número y medios.

Lo hallaron empuñando firmemente su fusil. El enemigo comienza a trepar las laderas disparando sus balas trazantes. Es la noche del 11 de junio de 1982 y la guerra se aproxima a su fin. Se ha impartido la orden de replegarse hacia Puerto Argentino, pues el dispositivo de defensa nacional ha sido quebrado luego de durísimos combates. 

(*) Batallón de Infantería de Marina Nº 4.