Michelle Bachelet confía en que con diálogo se pueden solucionar las crisis.


El diálogo es la única solución a las diversas crisis que sacuden Latinoamérica y que se reflejan en la violencia en Brasil y México, la amenaza al proceso de paz en Colombia o la situación en Venezuela, sostiene la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet.


Al cumplir su primer año en uno de los puestos del mundo que mayor catadura moral requiere para defender los derechos de los más débiles, Bachelet compartió con la prensa sus reflexiones sobre algunas de las situaciones que más le preocupan y dentro de las cuales Latinoamérica ocupó un espacio prominente.


"Entre enero y junio de 2019, sólo en Río de Janeiro y Sao Paulo, se nos ha informado de 1.291 personas asesinadas por la policía, un aumento del 12 al 17 % comparado con el mismo periodo del año pasado'', detalló Bachelet, quien dice que esta violencia se ha centrando en afrodescendientes y habitantes de favelas.


Agregó que ello ha ocurrido en medio de "un marcado aumento de la violencia policial" y de "discursos que legitiman las ejecuciones extrajudiciales y la ausencia de rendición de cuentas'', dando la impresión de que "los agentes policiales están sobre la ley y que pueden matar sin preocuparse''.


Por otra parte la alta comisionada denunció que se van reduciendo los espacios para que los defensores de los derechos humanos trabajen y esto no sólo en Brasil -el quinto país del mundo donde más activistas han sido asesinados-, sino también en lugares como Colombia y México.


Sobre este último país, Bachelet defendió la necesidad de un diálogo entre las autoridades y la sociedad civil para afrontar problemáticas como el miedo en el que viven activistas y periodistas.


Como elemento positivo, la alta comisionada valoró la promesa del Gobierno mexicano de que reconocerá la competencia del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas para que pueda recibir denuncias directas de víctimas o sus familiares, y que sus integrantes puedan visitar el país.


Igualmente, Bachelet cree que con el diálogo puede superarse el mal momento que atraviesa el proceso de paz en Colombia tras el anuncio de un grupo de exlíderes de las FARC de que retomaban las armas.


Sostuvo que los largos años (casi medio siglo) que duró el conflicto armado colombiano a veces hacen olvidar lo que supuso y a lo que no se puede volver.


Bachelet también confió en que el diálogo que intenta mantener con el Gobierno venezolano haga posible que su oficina establezca "una presencia permanente'' en el país para poder hacer un seguimiento de lo que ocurre.


Sobre las conversaciones que hay entre los integrantes del Grupo de Lima (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía y Venezuela) para presentar la próxima semana al Consejo de Derechos Humanos una resolución pidiendo una comisión internacional que investigue las violaciones de derechos humanos en Venezuela, Bachelet dijo que serán los países los que decidan lo que quieren.


Comentando la situación en otras partes del mundo, la alta comisionada pidió que la Policía evite la violencia frente a las protestas ciudadanas en Hong Kong.


También Bachelet expuso la grave situación en Siria, donde dijo que en las zonas desmilitarizadas de la provincia de Idleb se registró la muerte de más de 1.000 civiles -304 de ellos niños- entre el 29 de abril y el 29 de agosto pasados.

Por Isabel Saco 
Agencia EFE.