El General Manuel Belgrano, José Ignacio de la Roza y el coronel Juan Manuel Cabot, próceres en la lucha por la independencia de la patria.


A nuestra generación le ha tocado la fortuna de celebrar los bicentenarios de los acontecimientos fundantes de nuestra Nación. Ya conmemoramos los relacionados con la Revolución de Mayo y el bicentenario de la declaración de la Independencia de 1816, el más importante de todos. También el bicentenario del natalicio de Domingo Faustino Sarmiento y el acontecimiento tan caro para los cuyanos, que fue la partida del Ejército de los Andes en 1817 para liberar Chile y luego Perú.


Este año las circunstancias de pandemia y sus consecuencias para la vida personal y social, puede hacernos perder de vista la recordación de hechos también trascendentes para los sanjuaninos y todos los argentinos: el 1 de marzo 1820 se declaró la Autonomía de San Juan, es decir fue el año en que nos constituimos como Provincia, nombrándose a nuestro primer Gobernador: el Capitán Mariano Mendizábal. Y este año recordamos también el bicentenario de la muerte del prócer tal vez más estimado por los argentinos: Manuel Belgrano, quien pasó a la inmortalidad el día 20 de junio de 1820. Protagonista de los acontecimientos más importantes de nuestra historia, sobresale el mérito en él de haber pensado un país y haber puesto la voluntad, el intelecto, la riqueza y su vida misma para materializar esa idea de nación independiente. 


Al mando del Ejército del Norte en 1817, Belgrano también se involucró a pedido de San Martín en la liberación de Chile. Fue quien envió a Francisco Zelada con 12 soldados de línea a preparar la columna que partió de Guandacol y liberó Copiapó y Huasco.


En el Ejército de los Andes el Plumerillo fue el cuartel general. Pero no fue el único, pues en nuestra provincia también existió otro cuartel: como consta en el Archivo Histórico provincial, el Convento de Santo Domingo fue ocupado por las tropas desde el 1 de julio hasta el 23 diciembre de 1816, cuando por orden de San Martín las tropas y oficialidad devolvieron el convento a los frailes y se trasladaron a una chacra o "chacarilla'', propiedad de los dominicos, en Trinidad y cuya placa recordatoria hace años desapareció. La ciudad de San Juan atesora una parte destacada de nuestro pasado sanmartiniano.


Fue en este cuartel donde se preparó la IV División del Ejército de los Andes al mando del Teniente Coronel Juan Manuel Cabot y estuvo integrada por numerosos sanjuaninos. ¿Todos los sanjuaninos participaron en esta columna? Negativo: en diciembre de 1816, a pedido de Luzuriaga, marcharon cien hombres de caballería de línea levantada y preparada en San Juan a Mendoza: fueron poco más de 80, están sus nombres. No volvieron. Se batieron en Chacabuco.


A la IV División que se preparó en San Juan al mando de Cabot con el apoyo del Gobernador Intendente José I de la Roza y el esfuerzo del pueblo sanjuanino, le tocó liberar el Norte chileno a la altura de Coquimbo. Para ello tuvo que trasponer la mole andina a través del paso de Guana, el más duro de todos. El triunfo en la Batalla de Salala el 12 de febrero de 1817, será el corolario exitoso del empeño puesto en la preparación de la División y el esfuerzo de tan titánica empresa libertadora. 


El mérito de Cabot y la IV División será reconocido años más tarde por Bernardo de Irigoyen cuando escribió: "Correspondió el Jefe destinado a la invasión del Norte, don Juan Manuel Cabot, a la confianza que en él se depositó''. Luego de relatar sus logros concluye: "esas fueron las consecuencias que obtuvo la briosa división que al mando de Cabot, jefe cuyo nombre ha olvidado la historia, lanzó San Martín por la senda más escabrosa y más ingrata que presentan los Andes argentinos a la altura de San Juan''. Pero no fue el único que reconoció el papel que cumplió Cabot y la IV División que se preparó en nuestro suelo.

La carta de Belgrano

A los pocos días de conocerse su triunfo en las Provincias Unidas, el General Manuel Belgrano tuvo la gentileza de enviar a San Juan una carta destinada a José I de la Roza, resaltando su colaboración y en su nombre el de todo el pueblo sanjuanino en la preparación de esta Columna y el mérito de Cabot. 


Con las líneas de esta breve carta de Belgrano al teniente gobernador sanjuanino, rendimos nuestro sencillo homenaje para este gran hombre, en los 200 años de su muerte: "La gloria con que ha cubierto las armas de la Nación el Comandante en jefe de la división del Norte D. Juan Manuel Cabot, y la libertad que ha conseguido para nuestros hermanos de Coquimbo, le hacen acreedor a la estimación de los Pueblos y Ejército de mi mando, que conmigo le dan las gracias por sus servicios, no menos que a Ud. por su noble empeño y eficaces disposiciones para el auxilio de tan distinguida empresa. Tucumán, 26 de febrero de 1817".

Por el Lic. Claudio D. Vera
Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes. Junta de Estudios Históricos de San Juan