Hace unos días se recordó el natalicio del escritor argentino Ricardo Güiraldes. Nació en Buenos Aires, el 13 de febrero de 1888 y falleció en París, Francia, el 8 de octubre de 1927. La obra literaria más importante de Ricardo Güiraldes es "Don Segundo Sombra", publicada en 1926. El libro adquirió fama internacional y fue traducido al inglés, francés, italiano y alemán. Recibió el Premio Nacional de Literatura.

Se trata de una novela compuesta por veintisiete capítulos, narrada en forma autobiográfica por Fabio, el huérfano que junto con "don Segundo Sombra" viaja por huellas y caminos de la llanura bonaerense.

Representa la novela argentina del siglo XX. En el año 1969 se realizó la película "Don Segundo Sombra", dirigida por Manuel Antín, que fue nominada a Palma de Oro del Festival de Cannes.

El libro es una pintura del campo argentino con escenas plenas de recursos literarios. En las descripciones de labores camperas, se muestra las vivencias cotidianas de los gauchos. 

En la obra hay dos niveles de lenguaje, la lengua culta y la coloquial con regionalismos y americanismos. En la caracterización de los personajes, se nota transcripción del léxico pampeano.

A diferencia de "Martín Fierro", de José Hernández, en que el gaucho es un marginal, en "Don Segundo Sombra", se alaba al gaucho, de tal modo que lo convierte en arquetipo. Muestra un gaucho idealizado, suma de las virtudes de los hombres de campo. Güiraldes presenta al gaucho en dimensión humana universal.

En la obra se rescatan valores como honor, lealtad, responsabilidad, prudencia, respeto al prójimo.

El paisaje pampeano contagia al hombre de su estoicismo, fortaleza y sus silencios. El impulso vigoroso de la tierra está latente en toda la obra, en la fuerza del paisaje de llanura, en sus tormentas y aguaceros. 

Con argumento lineal, la obra se inicia y finaliza en los pagos de San Antonio de Areco, fundado por el bisabuelo del autor.

En el final de la novela, Fabio Cáceres, forjado como gaucho que conoce la pampa y sus necesidades, hereda la fortuna de su padre. Como patrón tiene las posibilidades de modernizar la explotación ganadera y vislumbrar el futuro del país. 

Finalmente, don Segundo Sombra retorna a su vida de gaucho, vuelve a cabalgar por el mar verde de la pampa y se pierde en el horizonte, como lo había hecho el gaucho Martín Fierro.

El gaucho don Segundo Sombra representa el pasado argentino y Fabio Cáceres simboliza la proyección al futuro. El escritor plantea la reconciliación entre civilización y barbarie.

Es un canto a la vida pampeana, a los orígenes de la Argentina y el camino hacia la civilización y la cultura.