Artesanías hechas en alfarería son muy reconocidas en la zona de Sarmiento como en 25 de Mayo y otros departamentos de la provincia. Tradiciones de los pueblos originarios que enorgullecen a todo San Juan.


Al norte del departamento Sarmiento y a 53 kilómetros de la Ciudad de San Juan se encuentra una importante localidad, denominada Cochagual. La antigua estación de ferrocarril sigue imaginando el punto de partida del esfuerzo y trabajo que ha permitido el crecimiento de su población y de su bienestar. Fue el 7 de diciembre de 1869 cuando la Ley de Régimen Municipal creo el departamento de Sarmiento formado por Cochagual, Huanacache, Los Berros, Cañada Honda, Cienaguita y Divisadero. Coinciden muchos de sus habitantes en que los diferimientos impositivos de los años 90 dejaron aquí buenos resultados, sobre todo en la ampliación de espacios para el desarrollo de la vid, el olivo y la fruta rey del lugar: los melones. Por estos incentivos y por su tradición agrícola, llama la atención recorrer los sectores urbano y rural de esta localidad, uno de los más atractivos de la provincia, con extensos cañaverales y plantas con flores, alimentados por los canales de riego que siguen su circuito junto a las calles, varias de ellas todavía de tierra, pero cada vez más pavimentadas.


EL FAMOSO MELÓN SARMIENTINO

Como hemos dicho, el mejor y mayor cultivo lo constituyen los melones, famosos dentro y fuera de la provincia. Ya se sabe que son los más pedidos por los porteños en los mercados de Buenos Aires. Pero para llegar a ese producto final los productores habrán pasado también de todo, ya que hay años que gozan del buen tiempo y el brillo del sol, pero en otros, las tormentas de granizadas, lluvias y fuertes vientos, atacan sin piedad.

Tan importante es la producción del melón que Sarmiento, y Cochagual en particular, celebran cada año la gran Fiesta Provincial del Melón.

VIVIENDAS E INFRAESTRUCTURA

La población del lugar dispone de distintos tipos de viviendas, y el año pasado se construyeron 49 unidades habitacionales para afectados por el terremoto del 18 de enero de ese año, mientras se continuó hasta poder disponer de 300 unidades habitacionales para todo el departamento Sarmiento, parte de ellas en Cochagual. El programa se denomina "Plan Nacional de Construcción de Viviendas-Rehabilitación de Áreas Urbanas y Rurales", en la Ruta Provincial Nº 295 y calle Segundino Navarro.


La concreción de un puente imprescindible en el lugar, "el puente de Cochagual", en el límite de Sarmiento y de 25 de Mayo, significó cumplir con una promesa de muchos años atrás que necesitaban con urgencia los pobladores, ya que ha crecido notablemente y esta es una ruta productiva, donde también se practica mucho la pesca. Se dice que el sarmientino "es un pescador de raza". 

Los católicos tienen en Cochagual un lugar de asistencia semanal, la iglesia San Nicolás de Bari, donde llegan numerosos devotos desde distintos lugares del departamento como visitantes de otros departamentos.

TRADICIONES HUARPES

Por otra parte, como sabemos, los pueblos originarios marcan a fuego la vida de Cochagual, sobre todo a través de la Comunidad Huarpe, que cuenta entre sus más importantes dirigentes o referente a una gran mujer, María Zalazar, luchadora y poseedora de una sabiduría ancestral que ha logrado atesorar con la lectura y los diálogos permanentes con otras poblaciones originarias de distintas latitudes del país. Tienen la "Escuelita Huarpe", donde cuentan con el apoyo de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) y entre varios proyectos materializan el de calefones solares con profesionales de la Escuela Industrial "Domingo Faustino Sarmiento". Pero también allí se aprende medina ancestral, gastronomía huarpe y diseño de joyería, contando en estos momentos también con el aporte de agricultura hidropónica, método utilizado para cultivar plantas con disolución de minerales en lugar del suelo agrícola habitual. Así, se trabaja en una especie de viveros para el cultivo de pastos, forrajes o verduras.


Por su parte, las artesanías también llevan el sello de los pueblos originarios, preservando así muy antiguas técnicas de tejidos o manualidades con material del mismo campo.

Por Luis Eduardo Meglioli 
Periodista