Contrariamente a la opinión generalizada de que una posible recuperación económica de Estados Unidos en 2010 se extendería rápidamente a América latina, algunos expertos advierten que la región podría tardar algunos años más en recuperarse, debido a las tensiones políticas que generará el abultado calendario electoral del continente.
Javier Santiso, economista de la Organización de Cooperación Económica y Desarrollo (OECD) -el club de los 30 países más ricos del mundo- me hizo notar algo casi inadvertido en la mayoría de los análisis económicos: el posible fin de la recesión en EEUU podría coincidir con una temporada eleccionaria inusualmente agitada en Latinoamérica. Entre 2010 y 2012 se celebrarán 11 elecciones presidenciales, incluyendo las de Brasil, México, Colombia, Argentina, y Perú.
"Históricamente, las elecciones en Latinoamérica han provocado incertidumbre política, y nerviosismo en inversores locales y extranjeros", dijo Santiso, citando nuevos estudios sobre el impacto de las elecciones en el desempeño económico de los países. "Incluso si hay una recuperación en EEUU el año próximo, muchos países latinoamericanos podrían demorar dos o tres años para iniciar su recuperación". Según la OECD, las principales crisis financieras latinoamericanas de los últimos quince años sucedieron en años electorales. Es el caso de las crisis mexicanas de 1980 y 1994, de la megadevaluación en Brasil en 1999, y de la crisis argentina de 2001.
Hay tres fenómenos recurrentes, según revela el estudio: Los gobiernos que se van aumentan el gasto público y postergan medidas de costo social, lo que obliga a los gobiernos entrantes a disponer ajustes. "El que sale no quiere ser el que devalúa, y le transfiere el problema al siguiente", dice Santiso.
Los bancos internacionales dicen a sus clientes, en años preelectorales, que posterguen sus inversiones latinoamericanas hasta después de la votación. El OECD estudió las recomendaciones de 10 grandes bancos internacionales -incluyendo a JP Morgan, Goldman Sachs, y el Deutsche Bank- entre 1997 y 2006, y encontró una clara tendencia de recomendaciones negativas ante elecciones presidenciales. Estas recomendaciones negativas, a su vez, suelen provocar fugas de capitales o caídas de inversión en América latina antes de las elecciones, según el estudio.
La buena noticia es que, por primera vez, varios países latinoamericanos lograron evitar el deterioro económico preelectoral, resistiéndose a la tentación de adoptar políticas económicas irresponsables. Santiso citó los ejemplos de Chile, Brasil, México y Perú, que no incurrieron en enormes aumentos del gasto público antes de sus elecciones más recientes. "Es una señal importante, y muy alentadora, porque las últimas elecciones se realizaron en períodos de bonanza económica".
¿Qué debería hacerse para impedir las recesiones económicas vinculadas con las elecciones?, le pregunté a Santiso. "Ahora que sabemos que los ciclos políticos pueden provocar crisis económicas, tanto los gobiernos como las oposiciones deberían impulsar pactos de credibilidad", dijo.
Mi opinión: Para formar parte del Primer Mundo, los países emergentes deberían buscar acuerdos nacionales para dejar atrás la volatilidad preelectoral. Una de las principales definiciones de los países en vías de desarrollo es, precisamente, la frecuencia con la que la inestabilidad política se traduce en volatilidad financiera.
Algunos países como Chile, Costa Rica y Brasil, se acercan cada vez más al Primer Mundo gracias a acuerdos tácitos o a promesas explícitas de los principales candidatos presidenciales de adoptar políticas económicas responsables. En México, Argentina y Perú, estos pactos son aún asignaturas pendientes.
Cuanto más rápido lleguen a "pactos de credibilidad" en políticas económicas de Estado, se convertirán en imanes para las inversiones locales y extranjeras, y más rápido saldrán de la actual recesión mundial una vez se recupere la economía estadounidense.
"EL NERVIOSISMO preelectoral aumentaría por la crisis global y muchos candidatos criticarán las políticas de libre mercado seguidas en Latinoamérica en las últimas décadas."
