La Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) advirtió hoy que el mundo no está preparado para una nueva emergencia sanitaria global similar a la pandemia de la covid-19.

"La nueva pandemia está a la vuelta de la esquina", alertó en una rueda de prensa el secretario general de la organización humanitaria, Jagal Chapagain, que pidió a la comunidad internacional que tenga en cuenta los riesgos múltiples a los que se enfrentan los países, inmersos en un entorno de "policrisis". 

Para la FICR, esta falta de preparación se debe a la escasa financiación de los sistemas sanitarios tanto a nivel nacional como a escala global.

A partir de 2025, en todo el mundo tendrían que invertirse 15.000 millones de dólares al año en materia sanitaria y, en cada país, el gasto nacional debería ascender al 1% del producto interior bruto (PIB) para poder afrontar nuevas emergencias sanitarias.

La Federación insistió en la necesidad de que se adopten nuevas normas globales que refuercen la confianza de la ciudadanía en los sistemas sanitarios, que mejoren las respuestas de los diferentes países a las emergencias y que apoyen a los profesionales locales.

Para ello, la Cruz Roja pidió "medidas concretas" antes de que termine 2023.

Preguntado por el tratado internacional contra las pandemias que están negociando los estados que son parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Chapagain dio la bienvenida a esta iniciativa y pidió que para su elaboración se tengan en cuenta las conclusiones del informe de su organismo.

"Se deben diseñar mejores mecanismos globales de solidaridad", destacó el secretario general, y pidió a los países que extremen sus esfuerzos a la hora de compartir datos epidemiológicos y toda información propia que pueda ser útil para la gestión de futuras emergencias sanitarias.


Respecto a las vacunas, el líder de las sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en todo el mundo pidió que el nuevo tratado de la OMS -que no se pondría en marcha hasta al menos 2024- incluya una normativa clara sobre reparto de vacunas. 


Sigue la emergencia sanitaria

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que el covid-19 se mantiene como una emergencia sanitaria de alcance internacional porque sigue siendo "una enfermedad infecciosa peligrosa" que puede causar daños considerables a la salud de las personas y a los sistemas de sanidad de los países.

En una declaración adoptada por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, por recomendación del Comité de Emergencia de su organización, también se reconoce que la pandemia ha entrado en una fase de "transición", lo que puede dar paso a que el nivel de alarma toque a su fin en los próximos meses.

Los expertos del Comité de Emergencia han señalado en su recomendación a Tedros que ahora hay que reflexionar en cómo pasar de una fase de emergencia a una fase de normalidad -en la que se conviva con el virus- de manera segura. 

A pesar de que oficialmente el covid-19 no ha perdido su estatus de amenaza grave a la salud pública internacional desde el 31 de enero de 2020 (fecha de la declaración por parte de la OMS), el mundo ha dejado atrás la mayor parte de las medidas restrictivas asociadas al control de la pandemia.

El último caso ha sido el de China, que el pasado diciembre levantó medidas que aplicó estrictamente durante tres años, en particular confinamientos y cierre prácticamente total de fronteras. Tras un violento repunte de muertes y hospitalizaciones, la pandemia también parece remitir de forma sostenida en este país.

Sin embargo, la OMS sostiene que para levantar la declaración de emergencia se necesitan "acciones de salud pública de largo plazo", bajo el entendimiento de que es poco imaginable que el virus pueda ser eliminado de los "reservorios" humano y de animales que ha encontrado.