Dictado de una clase de Historia en la Escuela Rivadavia en 1949, tomada por el fotógrafo José Mazuelos F. 

Tendríamos aproximadamente 8 años cuando nuestra maestra, la señorita Rosita, se esforzaba por enseñarnos que el 12 de octubre se celebraba el Día de la Raza, denominación que ahora cambió por el "Día del Respeto a la Diversidad Cultural", conforme a lo dispuesto por el artículo 75 de la Constitución Nacional, que reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos, la personería jurídica de sus comunidades y la posesión y propiedad comunitaria de las tierras que ocupan, entre otros derechos. 

En nuestra época se nos enseñaba que un navegante italiano (nacido en Génova) con el apoyo de España, llamado Cristóbal Colón, descubrió el Nuevo Mundo, conocido después como Las Américas. Nos decían que había llegado con sus tres carabelas, La Niña, La Pinta y la Santa María, después de mucho navegar por las aguas del Océano Atlántico. El arribo a ese lugar fue por equivocación ya que el auténtico destino eran "las Indias" en Asia. 

A su llegada a este Nuevo Mundo, Colón encontró que estaba habitado por indios o nativos que se mostraban un poco asustados y temeroso por la llegada de estos hombres provenientes de oriente. Posteriormente con la ayuda de la Santa Iglesia Católica estos aborígenes serían convertidos al cristianismo en una de las campañas más grandes de la historia.

Para ilustrarnos sobre el Descubrimiento de América recurríamos a la Revista "La Obra" en la que se explicaba cómo había que enseñar a los niños este hecho histórico. Se sugería graficarlo con coloridas láminas de la revista "Billiken" en las que más de una vez creímos ser testigos de ese hecho tan trascendental para la humanidad. De la misma manera que casi escuchábamos a Colón, ese apuesto adelantado caballero de la Corona Española que, en realidad, tuvo poco apoyo del Rey Fernando de Castilla, no así de Isabel la Católica quien confió en su idea de llegar a las nuevas tierras.

Otra parte de la historia que se enseñaba con pasión y que nosotros, los alumnos, aprendíamos con mucho gusto era la llegada de Colón a América cuando el marino Rodrigo de Triana gritaba en reiteradas oportunidades ¡Tierra…! ¡Tierra…! Esto estaba contemplado en las antiguas currículas de las escuelas primarias y secundarias. También se nos enseñaba que Cristóbal Colón de regreso a España llevó mucho oro y aborígenes que el tiempo los transformó en esclavos. Esto, con el objeto de que los reyes supieran que había descubiertos estas nuevas y ricas tierras.

Actualmente en las escuelas ya casi no se enseña esta historia. El Día de la Raza dejó de tener vigencia para convertirse en el Día del Respeto a la Diversidad Cultural.

Lo cierto es que la historia que un día nos enseñaron no puede cambiar de un día para otro. Aprendimos un hecho histórico sin muchas connotaciones, es decir nos enseñaron una cara de la luna y no la otra, que todavía sigue oculta e ignorada, aunque suponemos que allí está. 

 

Por Leopoldo Mazuelos Corts
Ex funcionario y ex dirigente vecinal