Agua Hedionda, en Jáchal y una oportunidad desaprovechada para explotar el termalismo.

San Juan es una provincia a la que la naturaleza le ha otorgado los más variados y hermosos paisajes,tanto naturales como los creado por el hombre en su adaptación al medio.


En lo estrictamente turístico, nuestra provincia tiene de todo, excepto el mar. Cuenta con las más altas montañas y los más hermosos valles, que hacen que el turista posea una variedad de atractivos para elegir. Puede disfrutar de tranquilidad, buen clima, sol y estrellas brillantes, una inmensa luna y otros recursos vinculados a la salud del que los visita como las aguas termales que hay en cantidad y calidad.


Somos testigos que en otras partes del país y del mundo, entorno a las aguas termales se han conformado grandes ciudades y es en nuestra provincia donde no veo proyectos que apunten a ponerlas en valor, a pesar de sus bondades y por estar en sitios excepcionales.


Hace unos días, en estas mismas columnas de Opinión leí una nota del magister en Historia, Edmundo Jorge Delgado sobre el tema de las aguas termales que me entusiasmó.


Veo que existe la posibilidad de aprovechar sus bondades como atractivo turístico y para la salud de quienes las visiten, y eso es una gran cosa.


El Dr. Oscar Sergio Millot, médico balneológico, reconocido mundialmente, ha expresado en varias ocasiones lo beneficioso que resulta el termalismo en general. Sostiene que un médico termalista para cumplir con su labor necesita imperiosamente, para los tratamientos termales, de un centro o complejo termal como los que puede ofrecer San Juan.


No es que nuestra provincia haya ignorado el termalismo, ya que en la época del General Perón se realizó la obra del Hotel de Pismanta, hoy muy venida a menos en materia de servicios. También se impulsó La Laja en Albardón y otras fuentes naturales como la de Agua Hedionda y Talacasto, con gran calidad de barros y aguas termales.


Además en nuestra provincia está en vigencia la Ley N¦ 1239-M en cuyo art. 1° expresa: Establécese en el ámbito de la Provincia de San Juan, el Sistema provincial de Apoyo al termalismo (SiPrAT). El art. 2¦ determina que el SiPrAT, tiene las siguientes finalidades: 1- Desarrollar un espacio de articulación y coordinación de áreas de gobierno provincial que por sus atribuciones y funciones tengan injerencia, en la gestión, administración, fiscalización y promoción del termalismo. 2- Propiciar las condiciones para la introducción en la agenda pública sanjuanina del desarrollo termal, como otra de las fuentes importantes para el desarrollo económico provincial. 3- Permitir mediante una fluida interrelación de las diferentes áreas involucradas, mayor eficiencia y eficacia y eficacia en la formulación e implementación de políticas públicas en materia de desarrollo termal. Y 4- Delinear estrategias que permitan la planificación, urbanismo, arquitectura, desarrollo turístico, gestión medioambiental, formación y empleo, entre otras en torno a la explotación de aguas termales. (Continúan varios artículos más).


Tuve la oportunidad de asistir en Cuba a un congreso internacional de termalismo, en el que San Juan expuso aspectos vinculados a sus recursos, motivando la admiración de la concurrencia que no dudó en señalar que nuestra provincia posee una de las mejores aguas termales del mundo.


Hemos dejado pasar algunas oportunidades como el interés de los monjes Lama por explotar Agua Hedionda, lo que nos los obliga a emprender una campaña de promoción para el real aprovechamiento de este recursos.