Las condiciones del mundo contemporáneo, la compleja realidad geográfica y el deterioro ambiental, exigen un cambio educativo y cultural sustancial. Un reciente informe sobre el estado del ambiente en el territorio argentino considera sus dimensiones sociales, económicas, culturales y ecológicas. Algunos ejemplos de ellos son los glaciares argentinos. Respecto de este tema, manifiesta que ellos tienen 16.968 cuerpos de hielo, que ocupan 8.454 km2. Es el segundo país de América latina en cantidad de glaciares y el mayor en superficie de hielo. También podríamos agregar que debido al aumento de la temperatura de la atmósfera, se están derritiendo gigantes volúmenes de hielo de las regiones polares en el continente Antártico y Ártico. Este informe agrega también, que los "humedales" tienen una gran importancia internacional. Por otra parte, se contabilizan 483 áreas naturales protegidas, alcanzando una superficie terrestre de 366.851,81 km2. Otro ejemplo es la biodiversidad, cuya categorización de aves determina que en Argentina hay 18 especies en peligro crítico de extinción. Otro tema de este informe, es el suelo, más de cien millones de hectáreas del territorio argentino está afectado por erosión. La pérdida de suelo, trae aparejado un impacto negativo sobre la productividad de los cultivos.


Respecto al clima, se creó el Observatorio de Cambio Climático, destinado a generar tecnología de monitoreo para transmitir información. Esto significará la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por otra parte, el incremento demográfico, la urbanización y el consumo, han generado una demanda de agua dulce cada vez mayor. Se prevé que en el 2030 el mundo tendría que enfrentarse a un déficit mundial del 40% del agua. Sabemos que los glaciares son reservas estratégicas de agua dulce. El cambio climático impacta sobre los glaciares. Por ello expertos de la ONU expresaron su alerta sobre los glaciares.


Limitar el calentamiento a 1,5 grados requiere cambios sin precedentes a nivel social y global. Para lograrlo será necesario un cambio radical en el uso de la tierra, energía, industria y el transporte. Las temperaturas aumentarían y lo padeceríamos entre 2030 y 2050. Si el calentamiento global continúa a su ritmo actual y si el mundo no toma medidas rápidas y sin precedentes, será difícil frenarlo. Hubo un aumento de un grado desde mediados del siglo XIX, a medida que la industrialización eleva las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero al que se atribuye el cambio climático. Un aumento del 1,5 grados conllevaría a riesgos relacionados con el clima para la naturaleza y la humanidad.


Este año en playas argentinas prohibieron los sorbetes y vasos plásticos, Se calcula que para el año 2020 los plásticos ocuparían más espacio que los peces. Las alteraciones climáticas que se viven hoy responden en un 30% a la destrucción de árboles y bosques, el resto es por la quema de combustible y la acción del hombre.


Imaginemos un mundo sin árboles, ni animales, sería imposible la vida del ser humana. A medida que se tiene mayor información sobre cómo se está dañando el agua, el suelo y el aire y, cómo la contaminación afecta la salud humana, son más las personas que exigen el respeto a vivir en un ambiente sano. Un estilo de vida ecológico insta a encaminar a cuidar el ambiente a través de comportamientos como eliminar conductas que puedan afectar el equilibrio de la naturaleza. La educación ambiental va dirigida a formar valores, actitudes y conductas a favor del ambiente. Todo comienza por la familia, la escuela, instituciones y en especial municipios.

Por Yolanda Quiroga   Especialista en Educación.


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Hay que promover valores, actitudes y conductas a favor del ambiente.