La toponimia es la rama de la onomástica que estudia el origen y significación de nombres de lugares. Hay toda una valoración en la toponimia: primero indígena prehispánica, descriptiva y referencial, luego la toponimia española, que es la conversión al castellano del topónimo indio. La colonial sigue el derrotero de la re memorización del santoral cristiano. Nosotros sabíamos porque se llamaba "el Valle del Cura", "Puente del Cura" a topónimos del norte de San Juan. Pero no podíamos saber el porqué del "Algarrobo del Cura", que estaba a mitad del camino entre Jáchal y Huaco. Al cabo de años nos enteramos que este árbol estaba íntimamente relacionado con un niño nacido el 11 de mayo de 1826 en La Callecita, departamento de Piedra Blanca, Catamarca. Se llamaba Mamerto Esquiú.


El niño nació enfermizo y su madre como era costumbre en la época, lo vistió con el hábito de san Francisco. A los 6 años sabía leer y escribir, a los 9 empezó con los estudios de latinidad y a los 16 profesó la religión. Tuvo como profesor al ilustre catamarqueño Fr. José W Achával (luego 4to.Obispo de San Juan de Cuyo). Sus superiores lo enviaron a San Juan junto a 6 estudiantes franciscanos y 1 diocesano a fin de recibir las Ordenes Menores y Mayores de manos del obispo de San Juan, Dr. Eufrasio de Quiroga Sarmiento (tío de Domingo).


¿Qué camino usaron para ingresar a San Juan?¿Qué tenía que ver con él, el famoso algarrobo, semejante al algarrobo abuelo que hay en San Luis? ¿Por qué al nuestro se lo llamaba "Algarrobo del Cura", designación que todavía algunos recuerdan?


Vinieron a lomo de mula con pocas provisiones. En nuestra ciudad se alojaron en el Convento de Santo Domingo. Se les confirió las Ordenes Menores y Mayores hasta el diaconado a los jóvenes aspirantes. El presbiteriado a todos menos a Fr. Arcángel Barrionuevo y Fr. Mamerto, que tenía sólo 22 años. Luego fueron ordenados sacerdotes el 18 de octubre de 1848. Regresaron a Catamarca por el mismo camino de San Juan, Niquivil, Huaco y en aquella provincia rezaron su primera misa.


Fr. Mamerto escribió a su maestro una carta modelo en esos tiempos de pobreza en la que muchos practicaban el clientelismo. Decía: "Ud. conoce la humilde condición de mi familia, de mi pobre padre, pero sabe también que su honra no está mancillada, que la ambición y la avaricia.... yo recuerdo con admiración que algunas veces no teníamos qué comer y mi padre nos hacía rezar, porque no se acordaba de pedir prestado ni medio real".


Fr. Mamerto viajaba permanente a lejanos lugares, llevando el Evangelio, en épocas bravías, de luchas internas fraticidas, con persecuciones e intromisión del poder civil en la esfera de la Iglesia.


Fue preconizado obispo de Córdoba por León XIII el 27 de febrero de 1880. Junto al Vto. Obispo de San Juan de Cuyo Fr. Marcolino del Carmelo Benavente fue uno de los mejores oradores sagrados que ha tenido la Iglesia. Falleció el 10 de enero de 1883 en la Posta del Pozo del Zuncho.


El topónimo de "Algarrobo del Cura", la encontramos leyendo un artículo periodístico de la década del "30, donde se lamentaba la destrucción del histórico árbol, cuando unos alcoholizados le prendieron fuego. Los lugareños le llamaban así porque a su sombre predicaba y descansaba de sus largos viajes Fr.Mamerto. Este árbol no es el algarrobo donde descansó el Chacho. Estaba en el camino del bajo por el camino de Niquivil a Huaco.



Prof. Leonor Paredes de Scarso. Miembro de Número de la Junta de Historia Ecleasiastica Argentina.