Una de las pocas fotos de Carlos Gardel en San Juan. Fue durante una cena en el restaurante "La Morisca". El zorzal criollo se ve al fondo, en la cabecera de la mesa.


Mucho se ha escrito sobre la visita de Carlos Gardel a nuestra provincia entre el 3 y 5 de julio de 1933, cuando actuó en el monumental Teatro "Cervantes", pero no tanto de aquellos momentos fuera de cartelera relatados por populares cultores sanjuaninos de nuestro tango. Fueron decenas de notas sobre la vida y obra del máximo cantante de tango en estas páginas, desde 1947 año de la fundación DIARIO DE CUYO, y de la mano de auténticos cultores de esta música, entre nosotros, como Juan Conte Grand, Amín Raed, Guido Yribarren, Raúl de la Torre, Simón Peña Figueroa, Orlando Navarro, entre otros. También de lectores que recibieron de sus propios padres o abuelos comentarios de aquella mágica jornada de la actuación principal, la noche del 3 de julio de 1933, y de días siguientes en que permaneció en esta provincia desplazándose por distintos lugares, invitado por sanjuaninos admiradores de su indiscutible estrella.

En la puerta del Teatro Cervantes.


EL ZORZAL CRIOLLO EN SAN JUAN

Hoy, a 87 años de su trágica muerte en Medellín, Colombia, viene bien memorar esa presencia entre nosotros y citar dos de los momentos menos difundidos, por lo imprevisto de las invitaciones, y que tuvieron lugar en los departamentos Rivadavia y Chimbas. 


En un día frío pero soleado, probablemente el 4 de julio, llegó a la localidad de La Bebida, "invitado por admiradores y personas cercanas a la empresa que lo trajo a San Juan". A la sazón era una zona poco poblada y con importantes extensiones de viñedos. Gardel pasó allí un largo mediodía saboreando "un asado campestre pensado para él", con mucha gente que concurrió a saludarlo, y donde no faltó una guitarra para oír su majestuosa voz, en algunos temas casi a capela. Pero una sorpresa inimaginable fue saber que aceptó con gusto visitar la entonces precaria cárcel de Chimbas, y no dudó en cantar varias canciones a los internos, "las más populares, y esta vez con sus músicos, Barbieri, Aguilar, Riverol y Pettorosi, y la participación de un guitarrista sanjuanino llamado Pedro Torres, a quien Gardel invitó luego a Buenos Aires", según le reveló a Amín Raed años después un hijo del propio Torres.


Por su parte, Guido Yribarren, poeta inolvidable y símbolo de uno de los más exitosos programas de difusión del tango en el siglo XX, "Ecos del arrabal", por Radio Colón, comentó y escribió también sobre aquella visita inolvidable para los sanjuaninos, sobre todo "de su voluntad por aceptar invitaciones y charlar con sus admiradores".


A su vez, Orlando Navarro aportó varias veces textos nutridos de nostalgia, y sobre todo desde su querida Esquina Colorada, por donde también anduvo el Zorzal Criollo. En "De Gardel a Goyeneche, siempre el tango", en este diario, Navarro habla de los numerosos y relevantes cantantes sanjuaninos de tango que hicieron honor a Gardel en nuestros escenarios, la radio y la televisión.


ÚLTIMOS MOMENTOS EN LA PROVINCIA

Por su parte, el Dr. Simón Peña Figueroa, destacado médico y escritor pocitano, hoy residente en Córdoba, aseguró en un texto en DIARIO DE CUYO que Gardel "se quedó hasta el jueves 5 de julio cuando cantó por última vez aquí".


Y en otra publicación, esta vez en la revista "Made in San Juan" de Pepe De la Colina, el mismo escritor agregó que desde San Juan Gardel "se volvió a Mendoza y de ahí pasó a Chile, siempre en tren, en 'El Cuyano'". 


Mucho antes, un ilustre de las letras locales, Juan Conte Grand, en bella crónica, recordó en estas páginas que aquella noche del 3 de julio de su actuación "Gardel vestía traje oscuro, pañuelo blanco al cuello y 'funyi' requintado". También aseguró que había entradas de dos tipos, las de 0.50 y de 1 peso, y que los tangos más ovacionados fueron "El día que me quieras", "Cuesta abajo", "Melodía de arrabal" y "Tomo y obligo". Agregó que, al final, "hubo forcejeos y pedidos de autógrafos porque todas las manos querían llegar a él".


A su vez, Raed recordó en una ocasión que uno de los mozos de aquella cena en "La Morisca" fue un jovencísimo Rufino Martínez, luego destacado poeta y primer director de Cultura en democracia de la Provincia. 


Yribarren, por su lado, comentó al aire en una ocasión que Gardel también visitó la Casa España, donde el presidente del Club Español era el empresario Lucio Rodríguez, y se acercó hasta la Casa de Gobierno ubicada sobre General Acha frente a la plaza "25 de Mayo" para saludar al gobernador Federico Cantoni, quien se reveló como admirador del zorzal.


Fue Raúl de la Torre, colaborador habitual de este diario, quien escribió hace muy poco un fascinante "Juro que estuve con Gardel", con su padre y él mismo como protagonistas de aquella noche maravillosa y estremecedora en San Juan: "Y digo que lo vi porque la juventud de mi padre y su pasión por el tango no me dejarían mentir, porque sus relatos casi aventura sobre ese momento se me incorporaron tanto que hoy me veo, asustado, atado a su mano temblorosa que nunca me soltó, en una odisea y recuerdo tan bonita como la realidad".
 

  • Hechos que quedan en la historia de San Juan

El Dr. Amín Raed escribió y comentó varias veces en programas radiales, de televisión y charlas especiales que Gardel aquella noche "cantó 15 tangos y estrenó 'Uruguayita Lucía'". Recordó también a Tomasito, el "botones" del City Hotel donde se alojó Gardel en sus cuatro días en San Juan, quien le llevó las valijas y que, ya anciano, llegó a participar hasta su muerte de actos cada 24 de junio y 11 de diciembre "Día del Tango" ante la estatua al cantante, obra del artista Hugo Vinzio, en la Avenida Rawson e Ignacio De la Roza, y que se inauguró el 23 de noviembre de 1994. 


Mientras tanto, la más importante cena de aquel célebre visitante en esta Capital fue en el restaurante "La Morisca", sobre calle Mendoza, entre Mitre y Santa Fe, "con la presencia de varios sanjuaninos, como los hermanos Diógenes y Tomás Sancasani, Raúl Oro, Carlos de Oro, los hermanos Frías, Gallé, Marcial Porto, Manuel Coronado, por entonces intendente de Pocito, y Antonio Moratal Ibáñez". Este último, fallecido hace casi dos décadas, contó detalles muy importantes de la visita para el programa televisivo "La Ventana", Canal 5 Telesol, del 26 de junio de 1996, dirigido por Juan Carlos Bataller, ya que entonces era el último sobreviviente de aquella visita inolvidable de Gardel: "Estuvimos hasta las tres de la madrugada en una noche muy fría, que se sentía algo adentro, y por eso Gardel no se privó de tomar varios cafés, varias copas de ajenjo y nos sorprendió a todos fumando varios cigarrillos". 

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista