Con el surgimiento y crecimiento de las criptomonedas, apareció la necesidad de darles una infraestructura que pueda soportar la gran cantidad de operaciones requeridas por las transacciones que habitualmente se realizan. Como las crypto son descentralizadas, es decir, no hay un organismo que las regule sino que su comportamiento está programado desde la creación de las mismas y el mercado se encarga de hacerlas funcionar, la forma que se encontró para soportar la operación de las mismas es la "minería con recompensas".

Esta consiste en que personas ponen a disposición sus computadoras para que trabajen en la red de Internet y a cambio reciben una recompensa en la moneda correspondiente.

Al principio, esto era realizado por aficionados a las criptomonedas con algunas computadoras, pero debido a la alta rentabilidad y a la velocidad para recuperar la inversión, se transformó en un negocio que mueve miles de millones de dólares en todo el mundo.

En estos momentos hay inversionistas o grupos de ellos que arman las llamadas "granjas" de minado de criptomonedas. Esto consiste en un lugar, donde hay cientos de computadoras que se encargan de realizar este "trabajo", el cual consiste en procesar cálculos y almacenar datos. A cambio de esto, reciben las "recompensas".

CONSUMO ELÉCTRICO

Estas granjas traen aparejado un muy alto consumo de electricidad, sumado al calor que producen todas estas computadoras trabajando en conjunto, lo que obliga a colocar un sistema de refrigeración para que las mismas no se dañen y sigan rindiendo de igual manera.

La Argentina, y particularmente las zonas más frías de nuestro país, se han convertido en los últimos años en lugares óptimos para colocar estas granjas, debido al bajo precio de la electricidad (costo del kWh en dólares) respecto al resto de los países de la región y del mundo.

El problema de esto, es que al no estar las granjas reguladas, es imposible detectarlas o cobrar impuestos sobre las ganancias que producen. Lo cual lleva a que el Estado como inversor (aporta subsidiando la electricidad), no vea una retribución de este alto costo.

El resto de los ciudadanos también se ven perjudicados porque al aumentar el consumo de electricidad, aumenta la demanda y se disminuye la oferta. Esto hace que los precios se eleven y el servicio empeore.

Esa es la razón por la que muchos países prohíben este tipo de granjas y es una actividad mal vista por muchos, debido a que su alto consumo energético deja una gran huella de carbono y no genera empleo o crecimiento genuino.

Por Leandro Drazic
Informático y Desarrollador de Servicios Cloud

 

 

  • La minería digital y los blockchain

Por Gustavo Acevedo
DIARIO DE CUYO

La minería digital es el proceso por el cual se validan y agrupan transacciones de una red, para luego añadirlas a un libro contable (digital), conocido como blockchain. En sí mismo, "blockchain" es un mapa de por dónde se mueve el dinero. Dicho de otra forma, los mineros digitales prestan su potencia de cálculo (sus computadoras) a la red (internet), a cambio de un pago. Un minero promedio gana entre $50.000 y $70.000 con un equipo estándar. Existen varios programas de computadora que al instalarlos toman el control de los procesadores y generan algoritmos (funciones matemáticas) con las que se alimentan los códigos de las criptomonedas. Este proceso brinda seguridad a la red, al mismo tiempo que permite la generación de nuevas monedas; o nuevos cálculos para nuevos códigos. Es la actividad que permite que las criptomonedas como Bitcoin funcionen. La minería de criptomonedas, pone así el poder de procesamiento del hardware al servicio de una red, que puede ser: Bitcoin, Ethereum, Litecoin, Monero, etc. Estas redes de criptomonedas necesitan el poder de los equipos para confirmar que las transacciones de sus usuarios son válidas.

Hay un par de problemas con esto: la cantidad de energía que estos procesadores necesitan, y el otro: la gran cantidad de energía necesaria para mantener estos equipos refrigerados. Una granja de criptomonedas gasta la misma electricidad que dos empresas pequeña (por ejemplo 2 heladerías artesanales).

En San Juan, proteger estos equipos, de los vientos Zonda (polvillo ambiente) es toda una tarea extra. Sin contar que durante los veranos sanjuaninos (38¦ / 40¦) hay que tener especial cuidado que los equipos no se quemen.

El operador tras hacer funcionar las computadoras e instalar los software especializados sólo debe supervisar que todo funcione. Parece dinero fácil pero no lo es. Hay que descontar impuestos y pagar las boletas de luz. Las ganancias varían /oferta-demanda/ según la cantidad de transacciones efectuadas por los usuarios en la red. La inversión es grande y hay que tener todas las matemáticas perfectamente ajustadas.