La definición de safari como una expedición a la selva africana para cazar animales es la primera acepción de la Real Academia Española. La asignación criolla de esta denominación a las carreras por huellas en zona de sierras y valles es acertadamente bien aplicada. Máquinas armadas en talleres sin ninguna habilitación, con falsos criterios de evaluación de aptitud técnica que se largan a recorrer huellas de monte constituye una verdadera ofensa ambiental.

El paso de máquinas con motores acelerados al máximo, produciendo un ruido que supera por lejos los 65 decibelios que soporta el ser humano y que son altamente dañinos para animales como cánidos, por lugares donde antes reposaban, se alimentaban y se reproducían conjuntamente aves, mamíferos, reptiles, insectos en total equilibrio natural, produce como mínimo el estrés, la huida de poblaciones completas de especies y hasta la muerte de ejemplares.

 

El Safari tras las Sierras en Valle Fértil todos los años provoca reclamos.

El cruce de ríos límpidos con derrame de fluidos y sólidos como amianto de cintas y pastillas de frenos, es un innegable impacto negativo en el ecosistema. Nada de lo que pase ambientalmente en las carreras de autos a campo traviesa es bueno, se suma el deterioro ambiental por la concentración de miles de personas, la quema de leña seca en fogones improvisados, la defecación en cualquier lugar de los turistas y el gran riesgo de una tragedia por la alta velocidad de estos bólidos que no podrían pasar ni una simple RTO es lo que advierte en el diagnóstico de esta actividad. 

Algunos intentan fundamentar esto diciendo que es un evento que deja una importante cantidad de dinero en la población, justificando la destrucción del ambiente serrano.

Pero, hagamos un análisis básico de estas competencias desde el punto de vista económico. En la constitución de la palabra economía, “eco”, significa casa, es ahí donde deja ver el alma del fundamento falaz que lo establece como beneficioso. La economía es una de las ciencias, que conjuntamente con la ecología, se ocupa de nuestra casa, por ello es factible visualizar la contradicción del fundamento que se esgrime para sostener esta actividad como provechosa. El termino economía adjunta actualmente la palabra sustentabilidad, basado en el aliento al cuidado de la fuente de recursos desde donde se nutre el hecho económico en ciernes, el ambiente, y las carreras de máquinas deterioran los ecosistemas, esta aseveración es imposible derribar. 

Serán los habitantes de las poblaciones cercanas los afectados en forma directa por ello, son entonces ellos los directamente responsables en la decisión sobre la conveniencia o no de autorizar este gran impacto negativo ambiental. 

Particularmente no puedo dejar de advertir sobre lo que puede ocurrir porque este planeta es pertenencia de todos y estoy envestido por la responsabilidad de protegerlo de más agresiones, porque hoy llora las heridas producidas por un ambicioso hombre que sólo aspira a satisfacer sus necesidades inmediatas. 

 

Prof. Osvaldo Olmo Gómez
Profesor de Enseñanza Media