Hace exactamente una semana nuestra provincia tuvo la oportunidad de vivir una fiesta única. La premiación del "Deportista del Año'' en su edición 2016 tuvo, una vez más, el brillo y la trascendencia de las 16 ediciones anteriores y logró reflejar, en toda su dimensión, el potencial deportivo de San Juan.

Pero no todo ha quedado en ese propósito, lo bueno de este reconocimiento a las principales figuras del deporte sanjuanino es que se ha logrado poner de relieve, una vez más, valores que deben trascender a todos los ámbitos de la sociedad.

Es muy importante que todos los niños y adolescentes comprendan que el éxito en el deporte se basa en el esfuerzo personal, la disciplina y el espíritu de superación que debe caracterizar a toda persona.

Es el fruto del trabajo permanente y de la dedicación plena, superando distintos obstáculos y sobreponiéndose, muchas veces, a condiciones adversas.

Todos los que participaron en la realización de esta gran fiesta organizada por DIARIO DE CUYO, como directivos de medios, autoridades provinciales, presidentes de clubes y de ligas departamentales, periodistas deportivos y los propios galardonados, coincidieron en que es fundamental que el espíritu del deporte alcance a todos los sectores de la sociedad.
 

Sería una forma práctica y efectiva de solucionar los principales problemas que aquejan a nuestra comunidad, especialmente vinculados a la falta de valores humanos y solidarios.

El deporte es enseñanza de vida y como tal hay que promoverlo en cada uno de los departamentos, los clubes, los barrios, las villas o en cada espacio verde que se disponga.

Lo mismo que en las escuelas o instituciones de bien público. En cualquier sitio donde su semilla pueda germinar para hacer que ese niño o adolescente, al llegar a la adultez, tenga internalizada la enseñanza que le dejó la posibilidad de haber practicado algunas de las tantas disciplinas deportivas que son posible desarrollar en nuestro ámbito.

Para ello existe el compromiso de las autoridades de turno de seguir trabajando en el acondicionamiento de predios y lugares que puedan destinarse a la práctica de deportes en forma permanente y durante todo el año haciendo que esta actividad sea más inclusiva.

Por parte de la comunidad queda abrirse a esta nueva propuesta, siendo los padres los encargados de alentar a los hijos a realizar actividades que los ayuden a tener una vida más sana y un crecimiento de mente y espíritu que será fundamental para cuando sean adultos.