Mujeres venezolanas en un control en la frontera con Colombia, en espera de autorización para cruzar el límite.

Cuando le pregunté recientemente al presidente de Colombia, Iván Duque, si alguna vez le preguntó al presidente Donald Trump por qué Estados Unidos no está dando residencia temporal a los refugiados venezolanos, como lo hace Colombia, el mandatario colombiano evitó referirse específicamente a Trump. Respondió que le ha pedido "a todos los países del hemisferio" que acepten a más exiliados venezolanos.


Fue una respuesta comprensible, dado que Colombia necesita la ayuda de Estados Unidos, y Duque se metería en problemas si criticara al iracundo presidente estadounidense.


Pero el hecho es que mientras Colombia y otros países latinoamericanos de ingresos medios están dándole residencia legal a la mayoría de los 4,6 millones de refugiados venezolanos que han huido de su país en los últimos 5 años, Estados Unidos, "el país más rico del mundo", hasta el momento no ha aprobado el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los migrantes venezolanos.


La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, aprobó recientemente un proyecto de TPS para los venezolanos, pero el Senado de mayoría republicana no lo ha aprobado.


Según los nuevos datos de la Organización de Estados Americanos (OEA), Colombia ha otorgado residencia legal a 1,6 millones de venezolanos en los últimos 5 años. En comparación, sólo unos 221.000 venezolanos han llegado a EEUU durante el mismo período.


Además de los venezolanos que se han mudado a la vecina Colombia en los últimos cinco años, 900.000 venezolanos se han mudado a Perú, 422.000 a Chile, 400.000 a Ecuador, 350.000 a Brasil, 170.000 a Argentina, 150.000 a Panamá, 100.000 a México, 40.000 a República Dominicana, y 30.000 a Costa Rica, según el nuevo recuento de la OEA.


Las nuevas cifras de la OEA muestran que hay 421.000 venezolanos en Estados Unidos, pero esa cifra incluye a muchos que vinieron aquí hace décadas.


El éxodo venezolano se está convirtiendo cada vez más en una crisis regional. El presidente Duque me dijo que es el deber moral de su país aceptar a los refugiados venezolanos, pero agregó inmediatamente: "¿Puede esto (de recibir a los refugiados venezolanos) ser sostenible a largo plazo? Por supuesto que no".


Algunos países, como Ecuador, Chile, Perú, Panamá, Guatemala, Honduras, El Salvador, y Trinidad y Tobago ya han comenzado a limitar la entrada de migrantes venezolanos.


David Smolansky, director del Grupo de Trabajo de la OEA sobre Migrantes Venezolanos, me dijo que el éxodo venezolano probablemente se convierta en la mayor crisis migratoria del mundo "mayor que la de Siria" tan pronto como el próximo año.


Mi opinión: la única forma de detener el éxodo venezolano será acabar con la dictadura de Nicolás Maduro y celebrar elecciones libres para restaurar el estado de derecho.


La gente huye de Venezuela no sólo por una tasa de inflación anual del 10 millón por ciento y un salario mínimo muy bajo, sino también por la brutal represión gubernamental del régimen de Maduro.


Mientras la comunidad internacional sigue aumentando la presión sobre el régimen de Maduro, los países deberían solidarizarse con quienes están huyendo de Venezuela. Trump debería otorgarle ya mismo el estatus de TPS a los migrantes venezolanos.