Una noticia de estos días comentaba la muerte de algunos generales rusos (entre 7 y 10 en total), asesinados después de haber hecho "llamadas no seguras" que permitieron identificar su ubicación física exacta. Pensaba en los cambios tecnológicos que estamos viviendo que condicionan profundamente la manera en como hacemos actualmente las cosas y, por supuesto, impactan también en la guerra.


La información no daba detalles, pero sabemos que nuestros teléfonos celulares permiten identificar con precisión el lugar desde donde se está haciendo una llamada. Muchos de nosotros usamos esta aplicación con nuestros hijos o familiares por razones de seguridad para saber por dónde están. Con esta información es fácil ubicar el objetivo y perpetrar lo que informa la noticia. Algo parecido debe haber pasado con la periodista disidente asesinada por los rusos también hace unas semanas. En ambos casos podemos sospechar que puede haberse tratado de conversaciones familiares a través de sus celulares.


APORTE DE INTERNET

Internet, que originalmente fue creada por el ejército de los EEUU para mantener un sistema alternativo de comunicaciones en caso de una guerra, sin duda que es uno de los grandes cambios de esta invasión, a pesar de que sus creadores no pensaron que podría utilizarse de este modo.


Existen, por otra parte, misiles inteligentes que son capaces de hacer blanco en un punto determinado indicado por un algoritmo a través del GPS. Se estima que los rusos han disparado más de 2000 misiles gestionados autónomamente. 


Otra tecnología que está neutralizando el avance ruso, son los vuelos no tripulados de los drones que deciden los tramos a recorrer autónomamente a partir de imágenes reales del terreno de batalla, con posibilidad de disparar también bombas o misiles. Casi igual que la película Enemigo invisible o que algunos de los populares vídeojuegos.


Si bien los rusos han avanzado en la anulación de las antenas de comunicación, la unidad de drones ucraniana ha comenzado a utilizar el sistema satelital Starlink de Elon Musk que acaba de poner operativo este año. De este modo han logrado reemplazar las vías de comunicación y de trasmisión de internet por antenas en tierra, destruidas por el ejército ruso. Hasta la empresa Satellogic fundada por el argentino Emiliano Kargieman podría estar facilitando sus satélites con este propósito.


INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Las defensas ucranianas aprovechan también un sistema avanzado respaldado por la OTAN, que utilizando Inteligencia Artificial, recopila información de varias fuentes, incluidos satélites y reconocimiento de drones, para identificar con precisión el avance del ejército ruso y los objetivos a atacar. 


Imaginemos lo que hubiera pasado con el desembarco de Normandía en la II Guerra mundial de haber existido estos recursos.


Otro capítulo que muestra los avances tecnológicos que encuadran a esta guerra, es el papel que juegan los medios de comunicación y las redes sociales. Desde videos transmitidos por los periodistas de las grandes cadenas de información a nivel global utilizando simplemente la cámara de un celular, hasta las noticias con imágenes que se difundieron instantáneamente a través de las redes sociales, dan una idea de cómo han cambiado las comunicaciones en los últimos 15 años desde que en 2007 Steve Jobs presentó el primer teléfono inteligente. 


Frente a las noticias que recibimos asombrados cada día desde Ucrania ¿quién cree que es responsable de tanta barbarie: la tecnología o el hombre que la maneja? ¿Podrán estás tecnologías creadas en tiempos de paz, ayudar a contrarrestar los efectos de esta guerra? 

Por Gustavo Carlos Mangisch
Director de Innovación y Calidad en Educación del Espacio Excelencia y de la Maestría en Nuevas Tecnologías