La vida humana es un don de Dios puesto bajo la responsabilidad de cada uno. Y esa vida posee una dignidad en sí, irrenunciable. Aún quien delinque no pierde esa dignidad. Es intangible. Hemos de sembrar justicia, y así sobreviene la paz en los ambientes.

No puede provenir desde el Estado una respuesta vindicativa a quien delinque. Los modernos Estados poseen hoy formas varias de poner al reo en situación de no agredir. La pena capital hoy es "insostenible" dice el papa Francisco. Además es una herramienta legal peligrosa en países donde el autoritarismo es aún fuerte: poder utilizarla como medio para fines políticos. Además, el error judicial puede hacerse presente en cualquier lugar, incurriéndose en decisiones que luego son irremediables cuando su concreción está consumada. 

"Los magistrados en nombre de la sociedad, no están llamados a aplicar venganza sino justicia, un objetivo que no se debe perder de vista en ningún momento, y en ninguna parte del mundo".

El filósofo argentino Alejandro Rozitchner decía que "lo irreparable apareció en el delito" (por ejemplo un asesinato), por tanto "lo irreparable debe aparecer en la pena" (muerte también). Pero aquí se ve un caso de fosilizada aplicación de la antigua ley del talión "Ojo por ojo, diente por diente". Y los magistrados en nombre de la sociedad, no están llamados a aplicar venganza sino justicia, un objetivo que no se debe perder de vista en ningún momento, en ninguna parte del mundo.

En esta época en que la vida humana ha sido atacada de diferentes formas, a través de campañas abortistas en todo el mundo, especialmente en Occidente y más aún en América latina; también la sospecha de guerra bactereológica donde se sabe que hay países que tienen arsenales de estas armas que se san a modo disuasivo con el objetivo de alcanzar objetivos políticos y económicos, no se puede admitir más atropellos contra la vida del hombre.

Todos los años para esta época, Amnesty International nos brinda un detallado Informe acerca de la pena capital en el mundo. Hay un movimiento abolicionista que lucha desde hace años y esa institución representa una de esas posiciones.

Algunos datos para reflexionar indican que las ejecuciones han disminuido: 690 en el 2018, 654 el año pasado. Por tanto, el 5% menos. Los países que la han abolido para todos los delitos son 106. Pero no todo es oro lo que brilla, pues muchos sólo la han abolido de hecho y 20 países la mantienen firme en su legislación.

Hay buenas señales de todos modos en algunos países como Japón, África Subsahariana y aún en EEUU. No así es la situación en Arabia Saudita, Irán, Iraq, Sudan y Yemen, que levemente han acrecentado el número de atentados contra la vida humana.

En China es desde hace algunos años "secreto de Estado" este tema, por los reproches internacionales que han recibido, pero se sabe que el régimen gobernante acude frecuentemente a esta práctica para disciplinar a los opositores, como sucede en Hong Kong, antigua colonia británica, acostumbrada a vivir al estilo occidental.

Cabe destacar que sólo 20 países son responsables del número total de atentados contra el ser humano en el mundo. Por lo tanto es necesario que el primer derecho humano que es la vida sea respetada en todos los países de la Tierra.

 

Por el Pbro. Dr. José Juan García
Vicerrector de la Universidad Católica de Cuyo.