
¿Les parece bien, estimados lectores y lectoras, que se agregue una hora diaria más de clase en todas las escuelas primarias del país?
Esto es lo que propuso el actual ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, y sometió a la aprobación del Consejo Federal de Educación que reúne a todos los ministros provinciales del área y que son los únicos que pueden aprobar e implementar cualquier decisión de este tipo.
Creo que estamos de acuerdo en que la educación está atravesando por serias dificultades, producidas por un mundo que cambia más rápidamente de lo que los humanos somos capaces de procesar. El cambio climático, el impacto tecnológico, la transformación del trabajo, un mundo muy complejo políticamente hablando y el contexto económico, son algunas de sus expresiones más dramáticas. Además, la pandemia y ahora la invasión y la guerra en Ucrania, han aumentado exponencialmente el riesgo de no ser capaces de dar respuesta a las necesidades de la gente, ocasionando a la vez mayores niveles de exclusión, sobre todo en nuestro país donde más de la mitad de los niños ya son pobres.
En un tiempo en que pequeñas noticias dan lugar a grandes debates, la propuesta ha movilizado a la opinión pública con todo tipo de planteos y discusiones. Todos opinamos de todo aunque no terminamos de entender el tema sobre el que opinamos.
Es verdad que agregar más tiempo no necesariamente garantiza mejorar la calidad de la enseñanza, que es fundamental involucrar la opinión de los maestros y maestras en semejante decisión, que hay problemas aparentemente insalvables para los docentes que trabajan en más de una escuela y en las escuelas que trabajan por turnos, que puede generar nuevas dificultades a los padres y las familias, que hay que resolver razonablemente los problemas de infraestructura y en donde poner cerca de 9.600.000 horas adicionales que implica la propuesta, en el sistema educativo.
También, que hay que integrar y respetar las distintas realidades culturales, sociales y económicas que conviven en nuestro país, que los sindicatos deben acompañar la iniciativa, y que cada escuela debe ser la protagonista en la implementación de la propuesta.
Pero, a pesar de estos desafíos, es una buena noticia que el tema de la educación, generalmente postergado en las inquietudes políticas por temas más coyunturales, esté hoy en la agenda de preocupaciones y movilice, (al menos en el debate), a los medios, a los políticos y a las personas.
Estamos de acuerdo que hay que tomar medidas urgentes para mejorar la calidad de nuestro sistema educativo que compromete seriamente el futuro de nuestro país y la respuesta, seguramente, tiene que ser integral y va más allá de la decisión de agregar una hora más de clase pero es una buena forma de empezar a proponer cambios.
Recordando la frase de Albert Einstein "si quieres resultados distintos no sigas haciendo siempre lo mismo”: ¿seremos capaces de superar el debate en materia educativa y atrevernos a innovar de verdad para no seguir haciendo siempre lo mismo?
Por Gustavo Carlos Mangisch
Director de Innovación y Calidad en Educación del Espacio Excelencia y de la Maestría en Nuevas Tecnologías (UCCuyo)
