El sismo que destruyó Caucete dejó huellas en edificaciones como en rutas y calles.

Pasaron 43 años de aquel miércoles 23 de noviembre de 1977, día en que los sanjuaninos, sobrellevaron otra catástrofe telúrica. El movimiento súbitamente surgió de las entrañas de la tierra. Sembró pánico y muerte y puso a prueba, una vez más, el temple del pueblo. A las 6 horas, 26 minutos y 37 segundos, comenzó un pavoroso ruido subterráneo, que antecedió al terremoto. La tierra en sus interminables movimientos, semejaba un dilato mar, el cual serpenteaba y bramaba, a manera de estar soportando una interminable tempestad. Las hojas de los árboles caían y las aguas que circulaban por las acequias abandonaron su cauce, impulsadas por una fuerza formidable. Luego de aquellos interminables segundos, continuó un sepulcral silencio, seguido de gritos, llantos y plegarias, que irrumpieron en aquel aciago amanecer sanjuanino, que rompió literalmente el día.


Las noticias decían que el epicentro se localizó en la Sierra de Pie de Palo y la dimensión del sismo era de 7,4 grados (escala Richter) afectando a los departamentos aledaños, principalmente a Caucete y en menor intensidad a San Martín, Angaco, 25 de Mayo, 9 de Julio y Sarmiento, aunque en toda la provincia se registraron daños y el país casi en su totalidad, incluidos los limítrofes, percibieron el movimiento.

  • Jueves, 24 de noviembre

La catástrofe que asoló a San Juan sucedió en la época de la dictadura militar. Un año y medio hacía que se había producido el fatídico golpe de estado, del 24 de marzo. En consecuencia, nuestra provincia estaba intervenida. Fue el capitán de navío Alberto Lombardi quien dirigió de manera castrense el operativo de auxilio, junto con el RIM 22, Gendarmería y fuerzas policiales. Ya en aquel jueves 24 de noviembre, el país todo emprendió la ayuda. Desde distintos puntos comenzaron a llegar grupos de ayuda, médicos, y todo lo necesario para atenuar los efectos del desastre. Ese mismo día partió de la Base Aérea del Palomar un poderoso avión Hércules, rumbo a nuestra provincia, trayendo en su bodega víveres, y medicamentos. Simultáneamente cuadrillas de Vialidad, Agua y Energía y Ferrocarriles, trabajan sin descanso, tratando de remediar las dificultades materiales más urgentes.

  • Viernes, 25 de noviembre

En esta fecha, la ayuda a San Juan se consolida. Mendoza organizó un vasto operativo para ayudar a los hermanos sanjuaninos en desgracia. Recordemos que, en la vecina provincia, el sismo también produjo daños considerables, especialmente en el departamento Lavalle, más precisamente en la zona de "El Pastal". Las crónicas decían que más de cinco mil hombres, entre médicos, fuerzas de seguridad, enfermeras, técnicos, radioaficionados y obreros, continuaban trabajando para que San Juan retomara la normalidad. Este día, por la noche, el director de LV1, Radio Colón, Francisco Bustelo, expresó: "Recién cuando todo termine, cuando todo esté tranquilo y no tengamos que preocuparnos por nada, recién entonces vamos a dormir...". 

  • Sábado, 26 de noviembre

El día 26 de noviembre, a las 14 horas, en el averiado Aeropuerto Internacional de Las Chacritas, aterrizó un avión trayendo al dictador Jorge Rafael Videla. Recorrió la zona afectada, en especial un hospital de campaña instalado en Caucete por el Ejército. Antes de partir dio una breve conferencia de prensa. A esta altura de los acontecimientos, Caucete semejaba ser una ciudad militar. Soldados, gendarmes, policía, recorriendo en sus vehículos especiales las calles departamentales. De a poco, otras aeronaves aterrizaron, trayendo más víveres y remedios, también carpas para guarecer a los pobladores.

  • Miércoles 30 de noviembre

Siete días, luego del terremoto, la ayuda continuaba sin cesar. Los aviones Hércules aterrizaban con frecuencia en nuestro aeropuerto internacional. Además, se comenzó a realizar un relevamiento aerofotogramétrico de todas las áreas afectadas por el siniestro y los sucesivos sismos de réplica que se producían constantemente. La ciudad capital lentamente fue retomando la normalidad. No obstante, los continuos temblores avivaban el pánico colectivo. Ese día miércoles, imprevistamente llegó el Ministro de Economía de la Nación, proveniente de Mendoza. Martínez de Hoz vino con el objetivo de conversar personalmente con las autoridades locales y evaluar con ellos los daños, especialmente los sufridos por las propiedades rurales, bodegas y escuelas. Luego de sobrevolar la zona de desastre en helicóptero, regresó a Mendoza. 

Por Prof. Edmundo Jorge Delgado
Magister en Historia