El tiempo es ese instante que pasó y no regresará jamás. El tiempo no se detiene, no regresa, incansablemente avanza; así el pasado se incorpora a la historia, la cual es imposible alterar; sólo el presente hoy se lo puede plasmar y en tanto el futuro, permanece ausente.

El tiempo es un concepto abstracto, que no admite una única definición; por ello resulta apasionante conocer un atributo tan indefinido como enigmático.

El tiempo es extremamente preciso, como el que expresa nuestro reloj; también indeterminado, como desconocer el tiempo de nuestra propia existencia; además resulta casi siempre relativo, ya que algunos intervalos de nuestras vidas, parecieron ser muy extensos, mientras que la mayoría, resultaron casi olvidados.

Estas particulares características y contradicciones de los tiempos, son las que despiertan el interés de saber utilizar un mecanismo, tan inexplicable y substancial, como lo es, el tiempo.

La vida es una página en blanco, que a través del tiempo cada ser humano la escribe según el proyecto de vida que elija, el cual debe ser sensato, en tanto se ajuste a determinadas circunstancias; unas debidas a factores naturales y otras propias, entre el nacer y el morir; por ello que vida y tiempo, se encuentran indivisiblemente vinculados.

El tiempo inherente a la vida es relativo, nunca absoluto; el ser humano que sepa administrar oportunamente los tiempos, estará siempre más próximo a la victoria.

Una misma persona contabiliza a través de su vida, tiempos aprovechados virtuosamente y otros lamentablemente perdidos, tiempos dichosos, de angustia, de éxitos, de fracasos, de salud y de enfermedad.

A los proyectos de vida se los puede distinguir como normales, complejos o singulares, dependiendo cada uno de ellos, del grado de dificultades que se deben afrontar para lograr el objetivo propuesto; además cada proyecto se lo tendría que realizar a través de un tiempo probable, por esta circunstancia también todo proyecto de vida está hermanado con el tiempo.

El estudio y conocimiento del tiempo para cada tipo de proyecto, nos indicará la oportunidad de realizar una determinada acción, si el estudio resulta acertado, estaremos en presencia del éxito, lo contrario, del fracaso.

La paciencia es en esencia un prolongado tiempo de labor y agotadora espera, que casi siempre produce muy exquisitos resultados.

En las confrontaciones, las mejores resoluciones son aquellas que se le oculta al adversario, hasta el tiempo de ponerlas en práctica.

En el arte de la política, una de las mayores sabidurías es saber esperar, conocer, estudiar y construir las circunstancias que deben darse, para aprovechar una ventaja decisiva.

En las organizaciones humanas sucede que a través de una decisión instalada en un determinado tiempo se obtienen resultados positivos; mientras que la misma decisión aplicada en un tiempo diferente puede tener efectos sustancialmente negativos.

En el caso de las obras de ingeniería y arquitectura, éstas deberán ser realizadas y concluidas en los tiempos oportunos, para satisfacer las necesidades humanas a las cuales están destinadas; si así no ocurriese resultaran inútiles, además de constituir una inversión desperdiciada.

En lo que respecta a la medida de los tiempos, en algunos casos, unos pocos minutos de existencia pueden transformarse en horas de vida. Esto sucede cuando se realiza un viaje animado por el placer de recorrer lugares los cuales desconocemos, ya bien sea para apreciar la naturaleza o la obra del hombre en sus más variadas expresiones; cada mirada será un descubrimiento, de algo que se sumará a nuestros recuerdos, experiencias y sabiduría, o se prolongará nuestra propia vida. También esto ocurre ante las catástrofes naturales, por ejemplo en el caso de un terremoto; este acontecimiento transcurre a través de pocos minutos y si nos encontramos en la particular situación de haber sido participes del mismo, podremos recordarlo a lo largo de toda nuestra existencia y consumir horas de vida en describir el suceso.

Por otra parte, existe en el ser humano, la esperanza de prolongar el tiempo de vida, aún después de su muerte, por ello aquella frase que expresa: "tendrás un hijo, plantarás un árbol, escribirás un libro”.

(*) Ingeniero civil.