>>  Opinión  

Miguel Arancibia. Observador electoral

 

 

Nuevamente confrontan un proyecto de izquierda y de derecha en Latinoamérica. Hoy se llevarán a cabo las elecciones en Colombia, donde la ONG Transparencia Electoral fue invitada por el Consejo Nacional Electoral del país para que envíen observadores electorales. A tal efecto se conformo la Misión de Observación Electoral, la cual, en esta oportunidad presido.

Colombia fue un país azotado por: la guerrilla, los carteles del narcotráfico, los paramilitares y el crimen organizado; pero gradualmente con mucho esfuerzo y actitud política están saliendo, con aciertos y desaciertos, pero aun así llama la atención que lleven más de 60 años de democracia ininterrumpida.

¿Por qué en Latinoamérica se consideran tan importantes estas elecciones presidenciales? El expresidente Álvaro Uribe (2002-2010) fue quien le puso freno a la guerrilla, a los paramilitares, al crimen organizado, extraditó los jefes capturados a los EEUU donde cumplen las condenas de prisión en forma rigurosa; tuvo 2 exitosos periodos, hasta que la Corte Suprema le impidió otro mandato, por lo que debió buscar sucesores entre sus ministros.

Quien le sucedió a Uribe fue su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos (2010-2018), quien como presidente giró 180 grados y contrarió todas las políticas que venía aplicando su antecesor. De un día para otro, sin aviso a su sector político, viajó a Venezuela para abrazarse con Hugo Chávez.

Hizo lo mismo con las FARC. Como ministro de Defensa de Uribe fue quien ordenó el ataque al campamento de Reyes en la frontera con Ecuador; pero cuando llegó a ser presidente, sin explicación, ordenó que se dejara de perseguir a la guerrilla y llevó adelante un "tratado de paz", el cual fue presentado con bombos y platillos a todos los líderes latinoamericanos como un gran avance hacia la reconciliación. Contó con el apoyo de todos los presidentes latinoamericanos. Tal fue el exitismo que convocó a un plebiscito para que el pueblo colombiano lo apruebe.

Santos se llevó una gran sorpresa cuando el pueblo colombiano, en la consulta popular, repudió el acuerdo de paz. ¿Qué paso? El expresidente Uribe y su gente, en total soledad (gastando suela y saliva, por falta de medios, a decir de ellos), explicaron la razón por la cual se lo debía rechazar.

Santos se había enamorado de su plan, la guerrilla lo sabía, se aprovecharon y consiguieron tantas concesiones por parte del Estado que asquearon a la gente. Como resultado contrarió a todas las encuestas, el pueblo expresándose en un plebiscito rechazó por amplia mayoría el tratado, dejándolo nulo e inaplicable.

Santos no se dio por vencido. Reformuló los términos. Ya no se animó a llevarlos nuevamente a plebiscito. En su reemplazo envió al Congreso la nueva versión y ambas cámaras lo ratificaron, de espaldas al resultado de plebiscito y por ende desafiando a la voluntad popular.

El acuerdo de paz es interpretado por el pueblo como la rendición del Estado colombiano ante el grupo guerrillero FARC, por lo cual claramente se vislumbra un cambio en el tablero político. El único que estuvo en contra de lo términos de ese acuerdo fue el expresidente Álvaro Uribe y su gente, quien en estas elecciones nuevamente tiene posibilidades ciertas de ganar.

El presidente Juan Manuel Santos llega devaluado y con muy poco consenso. Germán Vargas Llera, exvicepresidente y candidato oficialista, marcha cuarto, según sondeos preliminares, quedando fuera de una potencial segunda vuelta, por lo que quedan únicamente dos fuerzas en pugna con posibilidades de llegar a la presidencia de Colombia.

El sector de Uribe es representado en esta oportunidad como candidato a Presidente por Iván Duque: tiene 41 años y es abogado, con maestrías en universidades de EEUU y una impecable carrera. Está aliado con la candidata a vicepresidente Marta Lucia Ramírez, quien también es abogada, fue ministra de Comercio Exterior del expresidente Andrés Pastrana, embajadora en Francia, ministra de Defensa de Uribe, candidata a presidente por el partido Conservador Colombiano, etc.

Iván Duque y Marta Ramírez llegan con un entorno favorable, con el populismo desprestigiado, con la izquierda en retroceso en toda Latinoamérica, con el tratado de paz repudiado y han formulado un proyecto político superador de viejas antinomias para ofrecer una nueva opción al pueblo colombiano, que los mira con simpatía. Prometiendo modificar los acuerdos de paz suscritos con la guerrilla de las FARC.

La izquierda en Colombia está representada por el exalcalde de Bogotá, Gustavo Petro, exguerrillero de Movimiento 19 de abril (M19), con un pasado tenebroso. En su juventud fue uno de los que, por iniciativa de Pablo Escobar, tomó e incendio el palacio de justicia. Con el tiempo se fue incorporando a la vida política formal y hoy tiene para ofrecer un relato de fácil comprensión, tiene mucha empatía en el trato con la gente, ostenta gran manejo de las redes sociales, es un intelectual de la izquierda que llegó a alcalde con la colaboración y afinidad del chavismo venezolano, de Correa de Ecuador y de Morales en Bolivia. Actualmente, Petro no ha querido criticar a Maduro y aunque los colombianos sufran en carne propia el exilio venezolano, por lo tanto su propuesta tiene grandes falencias y si gana la presidencia, Maduro conseguirá otro aliado para seguir sosteniéndose.

El grupo guerrillero FARC son los más nerviosos en esta elección. Están apoyando con todas sus fuerzas al candidato Petro, con dinero y logística porque en la elección a senadores y diputados obtuvieron menos del 1 % de los votos, con lo cual no les hubiera correspondido ninguna banca legislativa; pero gracias al convenio firmado con el presidente Santos, este grupo de guerrilleros goza de 5 bancas de senadores y 5 bancas de diputados.

El de hoy es un día muy importante para Colombia y para Latinoamérica, ya que de ganar la presidencia Iván Duque, la izquierda continental quedará muy debilitada y Maduro estará más cercado. No dudo que, de darse tal resultado, el acuerdo firmado por Santos con los grupos guerrilleros cambiará sus términos.

El proceso de paz llevado adelante como bandera del presidente Santos es el gran protagonista de estas elecciones, ya que las heridas generadas por lo guerrilleros en la sociedad colombiana aún no han sido cerradas y su solución está por verse.

 

 

 

>> Hito latino: Colombia se une a OTAN  

 

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció que su país se unirá en estos días a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) como "socio global" y de esa forma se convertirá en el primer país de América latina que se asocia a la alianza militar multinacional.

"Vamos a formalizar, en Bruselas, el ingreso de Colombia a la OTAN en la categoría de socio global", dijo el presidente en cadena nacional. El mandatario formalizará el próximo 31 de mayo en Bruselas su ingreso a la organización y se reunirá con su secretario general, el exprimer ministro noruego Jens Stoltenberg.

En su anunció, Santos remarcó que su país se convertirá en un "socio global" de la Alianza Atlántica, una categoría ostentada hasta el momento sólo por ocho países: Afganistán, Australia, Irak, Japón, Corea del Sur, Mongolia, Nueva Zelanda y Pakistán. Los socios globales de la OTAN "desarrollan cooperación en áreas de interés mutuo, incluidos los desafíos de seguridad emergentes, y algunos contribuyen activamente a las operaciones, ya sea militarmente o de alguna otra manera", indica la organización en su sitio web en el que ya aparece reflejada la adhesión de Colombia. La adhesión de Colombia a la OTAN era una de las principales iniciativas del gobierno de Santos, premio Nobel de la Paz, en términos multilaterales, dado que desde junio de 2013 el país sudamericano, pese a no ser un país europeo, suscribió un acuerdo de cooperación y acercamiento con la organización transatlántica, con el objetivo de asociarse a futuro.