La historia política del profesor Eloy Camus ha sido contada o comentada en varias ocasiones y también de manera exclusiva en una obra del ex senador César Gioja, "Don Eloy, el hombre definitivo". A su vez en DIARIO DE CUYO por testimonios del mismo Gioja, y en "De San Juan al mundo", "Eloy Próspero Camus, el gobernador con mayor peso nacional", de Juan Carlos Bataller, entre otros. Pero en el plano nacional también atrajo la atención de periodistas e historiadores. No por casualidad el ex gobernador sanjuanino acompañó al general Perón en su viaje de regreso definitivo al país cuando era presidente del Consejo Nacional Justicialista, lo que, sumado a su amplia llegada al líder exiliado en Madrid, era consultado frecuentemente por dirigentes que viajaban a San Juan para pedir consejos. Entre otras cosas porque, percibiendo lo que iba a ser el papel del brujo López Rega al lado de Perón e Isabel, sabían que don Eloy había encontrado la manera de "gambetearlo" para evitar roces con él.

Prof. Eloy P. Camus.


Pero ahora, acaba de publicarse "Las vueltas de Perón. Crónica de los años que gestaron la Argentina de hoy (1971-1976)", de editorial Sudamericana. En esta obra, su autor, Osvaldo Tcherkaski, columnista político porteño que se desempeñó en el servicio latinoamericano en París de la agencia francesa AFP, y creador de la Maestría en Periodismo Documental de la Universidad Nacional "Tres de Febrero", cita a Camus en el capítulo titulado "Escenas en Madrid", y demuestra la confianza que había logrado con él de sus frecuentes encuentros en Buenos Aires. En este capítulo, donde se abordan las dudas que comenzaban a aparecer a mediados de 1970 sobre si mantener o no al dirigente Jorge Daniel Paladino como delegado de Perón en Argentina, para sus contactos con el gobierno dictatorial del general Alejandro Lanusse, Tcherkaski recuerda que solía encontrarse con don Eloy en el restaurante "Lo Prete", de Buenos Aires, donde era invitado a almorzar por el entonces caudillo sanjuanino, generalmente cuando viajaba para asistir a las reuniones del Consejo Superior del Justicialismo: "El viejo Eloy era un oráculo infalible. Formado en la tradición de los Cantoni, los grandes caudillos sanjuaninos desprendidos del tronco radical; populistas, anti conservadores y antiyrigoyenistas, Camus resignificó en el peronismno el viejo estilo". Como queda dicho, eran los tiempos en que se especulaba con que Perón cambiaría a Paladino como delegado por su incipiente amistad con Lanusse, y don Eloy estaba al tanto de todo: "Perón no va a parar hasta poner a Lanusse en la lona... Perdón el atrevimiento, don Eloy, de Ud. también se dice que anda cerca de Lanusse... No es la primera vez que lo escucho, no te preocupes -responde en tono calmo y bondadoso-. Lo mejor que sabe hacer Perón es negociar. Los peronistas somos buenos conversadores y si alguien, aunque sea el diablo, quiere hablar con nosotros, tratamos de que se sienta cómodo.


- Para qué lo tiene que cambiar a Paladino, entonces...


- A ver si nos entendemos, ¿viste lo del rey de Inglaterra?


- Eso de que Perón dijo que él tiene más posibilidades de ser elegido rey de Inglaterra que Lanusse presidente constitucional de Argentina...?


- Sí, ¿y por qué cree que lo dijo, Osvaldo?


- Porque el invento del GAN es para Lanusse, que quiere ser presidente constitucional...


- Es más que eso. Tanta franela de Paladino con el coronel Villarreal, que es un cuadro político, y con Lanusse, que es un bruto, llegaron a imaginar una fórmula triunfadora: Lanusse-Paladino, ¿qué le parece? Cuando Perón se enteró, que se entera de todo y muy rápido...".


La atractiva obra analiza específicamente 5 años cruciales en la historia argentina, de 1971 a 1976, y sobre ellos desde el prólogo se habla de la generalización de "sucesos inconmensurables sobre los que aún hoy se siguen dando testimonios verdaderos o falsos, reales o inventados".