Esta elección está enfrentando, tal vez sin querer, a varios peronistas sanjuaninos: Sergio Uñac, Roberto Basualdo, Mauricio Ibarra y José Luis Gioja tienen posiciones y formas muy distintas, pero provienen de la misma cantera, el justicialismo. Sergio tiene que jugar, porque es el que manda. Gioja hace campaña por él mismo (como hace mucho). Y Roberto y Mauricio también serán candidatos. ¿Ibarra será candidato? Sí, está confirmado, irá encabezando la lista de senadores y es un factor que habrá que tener en cuenta. El exintendente de Rawson aspira a convertirse en opción electoral tras la confirmación de la interna entre Uñac y Gioja. Es que la pelea entre los popes del peronismo no tiene vuelta atrás, lo admiten desde ambos lados. Las pintadas de esta semana terminaron de confirmar lo que a todas luces ya era una realidad. Hay un antes y un después en el peronismo tras la publicación de este diario de esa noticia, que cayó mal en ambos sectores, obviamente. 

Vamos por partes: Ibarra está armando un frente con lo que tiene a mano. Como ya se ha dicho en éstas líneas, su idea es conformar un sector que sea opción al eclipse que provoca la interna que Gioja le propone a Uñac. Ya no se lo ve tan pegado al massismo, sino más concentrado en sus propios acuerdos electorales en San Juan. Cuando habla se lo ve entusiasmado, proponiendo nombres, tejiendo estrategias, pensando en frío, que es lo que varios de sus amigos le proponen desde hace años.

Asegura que su imagen positiva ha mejorado porque ha dejado de tener ese discurso radial petardero y negativo, como el que venía trayendo desde que dejó la diputación nacional, su última responsabilidad institucional conocida. Según un par de referentes de Sergio Massa en San Juan, el diputado nacional envió un mensaje que no cayó bien en la provincia: "No le peguen tanto a Gioja". Y eso provocó que varios empiecen a mirar con otros ojos si conviene o no alinearse con el tigrense. Pero Ibarra, según parece, se quedará en el medio: ni muy pegado, ni alejado, a la distancia justa.  


El caso de Basualdo es conocido: se le termina el mandato y quiere renovar. Irá detrás de Mauricio Macri, como ya todo mundo sabe. Se lo ve cómodo con el macrismo, al que defiende a ultranza, no tiene problemas internos y solamente está pensando en su armado y los negocios de la actividad privada. Jugará un rol clave en la elección general. Varios piensan que si Gioja pierde frente a Uñac, mandará votar a favor del senador, lo que en la práctica sería una victoria uñaquista, porque sería votos en el Congreso que podrían capitalizar para los intereses del gobernador sanjuanino. 


La historia de Uñac también es conocida. Siendo gobernador y presidente del PJ no tiene otra que ponerse la campaña al hombro. Las encuestas le dan más del 80 por ciento de aceptación de gestión. 6 de cada 10 sanjuaninos dicen que es positiva la relación que mantiene con el Gobierno nacional, a pesar de pertenecer a partidos políticos distintos. Tiene los intendentes y la estructura partidaria a favor. En pocas palabras, no tiene cómo perder. El nombre del candidato no se conoce aún, pero es casi un hecho que pondrá a su hermano Rubén al frente de la campaña y, de hecho, eso ya está pasando. Tiene a Gioja en contra, cosa que casi le conviene: un joven gobernador peleando en soledad contra las torpezas nacionales y las zancadillas de un viejo zorro mañoso de la política antigua, como Gioja.

Cualquiera diría que es el escenario ideal. Y, para colmo, Gioja lo ayuda: pinta paredes como se hacía en las campañas de hace 40 años, lo acecha la Justicia, vive peleándose con el Presidente cuando la época indica que las peleas ya no suman, y quiere todo: a poco de asumir la diputación nacional, ya quiere la senaduría. Todo indica que no puede perder. 


Y Gioja, el último de los peronistas de esta elección. Dice que tiene "la gente". Su estrategia es apoyarse en los votos que le pueden dar las casas, pensiones y contratos que entregó durante su gestión. No es mala idea, pero es una pobre idea. Ya la mayoría de la gente no vota de esa forma. Y no calculan el impacto que pueda tener la investigación de la Justicia provincial sobre el escándalo de la ART. La decisión judicial seguramente no llegará antes del 24 de junio, último plazo para la presentación de listas. Es decir que aún falta que se ventile bastante de ese asunto. 


En definitiva, los peronistas de esta elección presentan realidades y modales totalmente distintos. Hay quienes representan la vieja política y otros, la nueva. Habrá que esperar hasta octubre a ver cuál es el modelo a elegir por los sanjuaninos.