La violencia es un tema que preocupa cada vez más, especialmente en las escuelas donde los maestros, alumnos y padres lo afrontan con el temor que el mismo genera. Ellos sienten con frecuencia miedo e impotencia cuando se presentan con toda dureza y mayor frecuencia como lo vivido hace algunos días en escuelas de San Juan.


La escuela es la caja de resonancia de la sociedad, y en este ámbito es muy difícil, actualmente, mantener una charla dentro del marco del afecto, empatía, amor si no se matiza con agresión verbal, emocional y más allá del género.


Si cambiamos de escenario, tampoco tenemos un trato cordial en nuestras calles, donde no existe la convivencia vial, y como consecuencia a diario tenemos cientos de accidentes de tránsito.

En la mayoría de los casos la violencia en nuestra sociedad tiene su origen en el núcleo familiar. Por ello, dentro de todo el sistema educativo los padres ocupan un papel fundamental en la educación.

En este marco no podemos dejar de mencionar casos donde los docentes, como las maestras de Jardín de Infantes en Jujuy maltrataron a los alumnos y hoy la justicia determinó siete años de prisión.


Podríamos decir que en muchos casos se presta atención a las expresiones violentas de los chicos, y no a la falta de contención del entorno social, familiar y educativo. Las formas que adquiere la violencia son llamados de atención.


Según encuestas, el 76% de los casos toma forma de violencia verbal y física. El 24% restante es violencia psicológica y simbólica, expresada en amenazas, malicias discriminación. El psicoanalista Fernando Osorio, en su libro "Violencia en la escuela" expresa el avance cada vez mayor de este fenómeno que tiene su origen en los conflictos entre familia y escuela. Las nuevas conformaciones de familias modernas (ensambladas, con un solo padre) no han podido promover cambios en las políticas y estrategias pedagógicas instrumentadas por el sistema educativo actual. Hay una crisis en cuanto a la relación familia-escuela. Estos problemas cruzan a toda la sociedad, registrados en un ámbito que está pensado para que los alumnos aprendan a convivir en su difícil tránsito hacia la adultez.


No sabemos ser adultos. Por ello, cada institución educativa debe incorporar en su Proyecto Institucional, a la "Comunidad Educativa'' integrada por docentes, alumnos, padres, familias, empresarios, clubes y uniones vecinales, las que deben contribuir con aquello que la escuela promueve. En esto juega hoy un rol muy importante los "Gabinetes Técnicos Interdisciplinarios'' en los que este año el Ministerio de Educación duplicó los profesionales.


Una necesidad es el rol del mediador escolar quien logra el acuerdo mutuo. El mediador es el facilitador del diálogo evitando generar malos entendidos, aclarando los problemas en disputa, con el objetivo de encontrar opciones, considerar alternativas y llegar a acuerdos mutuos. Ello mejorará el pensamiento crítico y habilidades para la solución de problemas. Así también la relación entre maestros y padres. Además se incrementa la participación de los alumnos, favoreciendo el incremento y desarrollando las habilidades de liderazgo, favoreciendo el incremento de la autoestima y facilitando la comunicación y mejora de los vínculos. También hay medios o recursos como el juego, que son canales para expresarse y descargar tanto sentimientos positivos como negativos.


El objetivo de la comunicación no violenta, no es cambiar la conducta del otro para obtener lo que deseamos, sino más bien, establecer relaciones de empatía con el otro, que proporciona la colaboración necesaria para satisfacer las necesidades de todos los involucrados. Es importante recordar que antes de prevenir la violencia en el aula debemos conocer las causas o motivos que provocan ese comportamiento.