El crecimiento de la población inmigrante total de Estados Unidos se ha desacelerado en las últimas décadas.

A juzgar por las preguntas que hicieron al presidente Joe Biden en su primera conferencia de prensa el 25 de marzo, gran parte de la prensa de Washington ha comprado la falsa narrativa de que hay una presunta "crisis migratoria" en Estados Unidos. De hecho, ocurre todo lo contrario: Estados Unidos necesita más, no menos, inmigrantes.



Pregúntenle a la mayoría de los demógrafos, o a la mayoría de los economistas, y les dirán que Estados Unidos tiene una población cada vez más vieja, y una fuerza laboral cada vez más chica. Y la disminución relativa de la inmigración en los últimos cuatro años ha agravado el problema.


"La crisis que tenemos no es una crisis de demasiados inmigrantes, sino una crisis de demasiado pocos", me dijo Charles Kenny, investigador principal del Centro de Desarrollo Global en Washington D.C. "Si nos fijamos en las proyecciones de las Naciones Unidas, sugieren que para el 2050 Estados Unidos necesitará 50 millones de trabajadores más para mantener la proporción actual de trabajadores en relación con la población total".


Las tasas de fertilidad de Estados Unidos han caído de 3,65 hijos por mujer en 1960 a 1,73 hijos por mujer en el 2021, según el Banco Mundial. Eso es muy por debajo de la tasa de 2,1 niños por mujer que se necesitaría para reemplazar las muertes anuales en Estados Unidos.


Mientras tanto, el crecimiento de la población inmigrante total de Estados Unidos se ha desacelerado en las últimas décadas. El aumento total de la población nacida en el extranjero se redujo de 11,5 millones de personas en la década de 1990 a 8,8 millones en la década del 2000, y a 4,8 millones en la década actual, según el Pew Research Center.


Durante el gobierno de Donald Trump, Estados Unidos redujo administrativamente la inmigración legal en un 49 por ciento, según la Fundación Nacional para la Política Estadounidense (NFAP).


"La caída en la migración internacional, combinada con la caída de las tasas de natalidad, resultó en lo que puede haber sido la década de menor crecimiento de la población en la historia de Estados Unidos", dice un estudio de la NFAP.


Todo esto significa que Estados Unidos tendrá una escasez grave de mano de obra en los próximos años, especialmente en áreas como enfermería, agricultura, manufactura y servicios. Y si no hay suficientes trabajadores, Estados Unidos será cada vez más incapaz de recaudar los impuestos que necesita para pagar a su población creciente de jubilados.


Lo que está sucediendo hoy en la frontera sur de Estados Unidos es un problema humanitario de muchos niños inmigrantes no acompañados, pero no es un problema económico.


Pero la mayoría de los indocumentados no son familias con niños, sino hombres jóvenes. Alrededor del 82 por ciento de los inmigrantes detenidos en la frontera en lo que va del año fiscal son adultos solteros.


Y entre los menores, la mayoría son hombres de entre 16 y 18 años, que huyen de la crisis económica agravada por el Covid-19 en Centroamérica y México, y están siendo atraídos por una economía estadounidense en rápido crecimiento.


La verdadera historia es que Estados Unidos necesita urgentemente más inmigrantes legales, y que los republicanos no están apoyando el proyecto de ley migratoria de Biden que busca precisamente eso.

Por Andrés Oppenheimer
Columnista del Miami Herald