Entre los especialistas en relaciones públicas a nivel mundial se destaca la figura del doctor Luis Solano Fleta. Hay tres razones fundamentales para ello: Es un universitario experto en la teoría y práctica de la comunicación colectiva, con amplia experiencia profesional en el campo de las relaciones públicas; además es el primer profesor universitario español que accedió a una plaza de titular de la disciplina, después de un largo período de enseñanza de esta. Finalmente, es el creador e inspirador del instituto universitario de relaciones públicas, aprobado por la Junta de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid.

Solano, como todo buen profesor universitario, elaboró su producción urgido por sus alumnos, a los que quiso ofrecer un conjunto de conocimientos teóricos sobre los que puedan edificar el concepto de la disciplina y su posterior aplicación práctica.

Elaboró su producción a partir de su propia experiencia profesional y del convencimiento de que sólo la investigación legitima una disciplina que se enseña, para lo que tuvo que releer y contrastar la bibliografía básica inglesa referida a las relaciones públicas que, como un dato significativo acerca de su novedad, no registra ninguna obra importante anterior en 1945.

El doctor Solano, a través de su obra da respuesta a una demanda social de consolidación científica y afianzamiento normativo de una profesión de extraordinaria fortuna en nuestra sociedad posmoderna. La urgencia de desarrollar aún más la enseñanza y la investigación de las relaciones públicas desde el ámbito universitario viene exigida por la creciente trascendencia de las relaciones públicas en las relaciones humanas e institucionales de todo tipo, tanto al nivel nacional como internacional y en los más variados campos de la realidad: la política, la economía, la cultura.

La ampliación de las funciones sociales de las relaciones públicas ha ido abriendo un abanico en el ancho mundo de sus posibilidades de especialización y las funciones de los servicios de protocolo, campañas de imagen, oficinas de comunicaciones sociales. Las diferentes especializaciones necesarias para la organización de los actos más diversos, se han enriquecido con una serie de funciones y actividades que van situando a los expertos en relaciones públicas en los centros neurológicos de la vida actual.

No cabe duda que la extensión de las funciones y por tanto, las responsabilidades sociales de las relaciones públicas, necesita una fundamentación rigurosa en la investigación científica, y esto es lo que ha logrado el destacado académico español en su discurso.

A partir de una teoría de las funciones en el marco de la comunicación colectiva, las relaciones públicas cumplen estrictamente los requisitos exigidos para ser lo que Clausse llama una "función de comunicación intelectual y de presión". Al ampliar el horizonte mental de los públicos, se constituye en un elemento más para el cambio social: informan y orientan acerca de la realidad y expresan los valores, actitudes, comportamientos, que se dan en esa realidad. Pero, sobre todo, dada la finalidad persuasiva de las relaciones públicas, estas, además de esas funciones intelectuales de información, orientación y expresión, desarrollan una función de presión.

Con las relaciones públicas y con sus vecinas científicas, la propaganda y el marketing político y también la publicidad se cierra el ciclo iniciado por la retórica aristotélica.

Las relaciones públicas, como actividad de carácter informativo, tiene por finalidad, con la ayuda de los más diversos medios auxiliares, crear situaciones de comunicación, de coparticipación, en torno a personas, hechos, instituciones, obras e ideas.

"El ejercicio profesional de esta vertiente de la comunicación contingente exige una acción planeada con el apoyo de la investigación en la comunicación sistemática y en la participación programada, para elevar el nivel de entendimiento, solidaridad y colaboración entre una entidad pública y privada y los grupos sociales a ella vinculados, en un proceso de integración de intereses legítimos, para promover su desarrollo recíproco y el de la comunidad a la que pertenece".

"El término de relaciones públicas implica esencialmente comunicación. No es sólo una filosofía social expresada en políticas y acciones; también es la comunicación de esta filosofía con los públicos relativos. Tal comunicación es esencial para el entendimiento mutuo".

El catedrático español, Luis Solano Fleta, clásico de las relaciones públicas, al referirse a los saberes de esta ciencia que hoy son un fenómeno clave para el diagnóstico de la vida pública, reafirma la claridad, atributo que debe estar presente en su aplicación práctica y opina a través de la siguiente comparación: "Parece una broma, pero es así, irremediablemente la cosa más etérea del mundo que es la claridad, tiene mayor poder que el puño más fuerte".

(*) Profesora Titular de la carrera Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSJ. Directora del Colegio "Santa María".