Franklin Rawson, sanjuanino y amigo de Domingo Faustino Sarmiento, fue precursor del arte en el país.


Era presidente de la Nación Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874) cuando Buenos Aires se vio afectada seriamente, y por cuarta vez en el siglo XIX, de la llamada fiebre amarilla. La epidemia había ingresado al país en enero de 1871 y todo indicaba que provenía de Asunción del Paraguay, llegando a registrarse 13.614 muertos al cabo de dos años de proliferación. Uno de esos fallecidos por fiebre amarilla fue el sanjuanino, residente en la Capital, Benjamín Franklin Rawson, el 14 de marzo de 1871, hace ahora un siglo y medio.

  • Precursor del arte

Pintor de características excepcionales, integró la primera generación de artistas plásticos argentinos. Por eso se lo consideró uno de los precursores en ese campo del arte, según Juan Carlos Zuretti en su "Historia de la Cultura Argentina, Arte, Ciencia" (Itinerarium, Bs.As., 1954). Había nacido en San Juan, el 29 de marzo de 1819, era hijo mayor del matrimonio formado por el médico estadounidense Amán Rawson y Justina Rojo Frías, y hermano de otro ilustre sanjuanino, Guillermo Rawson, médico y político que llegó a ser ministro del Interior del presidente Bartolomé Mitre. Tenía 8 años menos que Sarmiento, de quien fue gran amigo, y llegó a realizar sus primeros estudios con él. Ya en su adolescencia se inició en la pintura teniendo como profesores a Amadeo Gras, músico y pintor francés que produjo aquí importantes obras y murió en Entre Ríos, y Pierre Douet, también francés ilustrado que llegó a San Juan por un breve tiempo en 1836. Tras cumplir 18 años su padre lo lleva a Buenos Aires donde se perfecciona con Fernando García del Molino, artista y litógrafo chileno, sobre todo en el retrato y en la miniatura, según la "Historia de la cultura argentina: Artes - Letras - Ciencia", de Manuel Horacio Solari (El Ateneo, Bs.As., 1954).

  • El exilio

Cuando concluye sus estudios en la capital del país, vuelve a San Juan, pero los conflictos políticos lo empujan a abandonar de nuevo su provincia natal, esta vez con destino a Santiago de Chile, donde se exilia en 1842, como su amigo Domingo Faustino, e incluso habita su casa durante algún tiempo. Su vocación por la pintura seguiría marcando deseos de aprendizaje, por lo que toma clases con otro francés, Augusto Quinsac Monvoisin, y como se confirma en "Recuerdos de provincia" (Santiago de Chile, 1850), coincide en estos desafíos con Procesa, la hermana de Sarmiento, considerada la primera mujer de la pintura argentina. A los 28 años Franklin Rawson se casa con Paz Mendieta, matrimonio que llegó a tener un hijo, pero falleció siendo todavía niño. En otra etapa en San Juan es elegido diputado provincial, pero renunció a esas funciones para volver a Buenos Aires, donde continuó sus estudios.

  • Museo de Bellas Artes

En cuanto a su vasta obra, si bien se conocía poco entre nosotros, el nacimiento del Museo de Bellas Artes de San Juan con el nombre de "Franklin Rawson", en 1936, a instancias de la Comisión Provincial de Bellas Artes, creada dos años antes, permitiría que se divulgue con el paso de los años. Originalmente, esta pinacoteca venía del año 1850 como una colección, de la mano del propio Rawson, Sarmiento y Procesa Sarmiento. Pero habría que esperar mucho tiempo para valorizarla de manera integral, lo que sucedió entre el 30 de noviembre de 2013 y el 30 de abril de 2014, cuando se expuso la primera gran muestra del célebre pintor sanjuanino: "Benjamín Franklin Rawson, historia, costumbres, retratos", curada por Roberto Amigo, historiador del Arte e investigador, y como co-curador, Alberto Sánchez Maratta, docente e investigador. Según el libro escrito para la ocasión por la entonces directora del Museo, Virginia Agote, se trató de "una ardua tarea interdisciplinaria en los procesos de rastreo, investigación, restauración y puesta en valor de la producción y vida del artista.". Tras compleja gestión, llegaron obras del artista en carácter de préstamo, desde destacados museos y coleccionistas del país, que se sumaron a las existentes en el Museo local, e incluso se restauraron numerosas obras de la provincia por parte de la Universidad Nacional de San Martín (Bs. As.), especialista en obras del siglo XIX.

  • Obras restauradas

La primera de esas obras restauradas y de autoría de Rawson, fue "La Inmaculada Concepción" (1845), a cargo de la joven especialista en restauración, Damasia Gallegos, tarea iniciada durante la gestión de este periodista al frente de Cultura y Turismo provincial, en 2003, y continuada por su destacado sucesor, el académico Eduardo Peñafort, avezado filósofo, especialista en estética y experto en artes plásticas, quien, precisamente, generó el "Ensayo a propósito de la Inmaculada Concepción de Franklin Rawson". Para los especialistas, entre las principales obras de Rawson pueden mencionarse Repartiendo pan en la Cordillera (1855), Asesinato de Maza (1860), La Huida del Malón (1860), El Escobero (óleo, 1865), La Cometa (1868), Autorretrato (1838), Guillermo Rawson (óleo,1839), y Sarmiento joven (1842). A estas obras se agregan una cantidad importante de "retratos individuales y grupales, escenas de costumbres, pintura de género y religiosa", que acrecientan la creación de quien, para Sarmiento, fue "el mejor pintor en su tiempo".

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista. Ex Subsecretario de Cultura y Turismo de la provincia.