El Inpres se encarga de planificar y realizar el estudio de la sismicidad del territorio nacional, evaluando el riesgo sísmico en todas y cada una de las zonas del mismo.


San Juan había sufrido 28 años antes el mayor terremoto del país en el siglo XX, el del 15 de enero de 1944, a las 20:49 horas, con una magnitud de 7,4 grados en la escala Richter y una intensidad máxima de 9 grados en la escala Mercalli modificada. Luego, el 8 de mayo de 1972, y tras disolverse el histórico Consejo de Reconstrucción de la provincia, que tuvo la enorme tarea de la reconstrucción, nació el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), por Ley 19.616, sancionada y promulgada ese mismo día. Su sede central se encuentra en la esquina de Roger Ballet y Libertador San Martín, en plena zona de Desamparados, Capital de San Juan. El organismo tiene como misión desarrollar las Normas Argentinas de Construcción Sismorresistente, impulsar investigaciones básicas destinadas a la prevención del riesgo sísmico y aplicadas de sismología e ingeniería sismorresistente (estructura capaz de soportar un sismo sin sufrir daños considerables).


Por ello, desde el momento de su creación, hace ahora cincuenta años, las construcciones responden a un reglamento moderno para lograr la estabilidad y permanencia de las estructuras civiles en todo el territorio del país. A esto se agregó un aspecto también sustancial, como la enseñanza en las universidades de los principios básicos del diseño y construcción sismorresistente. 

San Juan y Mendoza son las zonas en las que más sismos y terremotos se han registrado en todo el país. 

POLÍTICAS PREVENTIVAS

Para el ex director del Inpres, ing. Alejandro Giuliano, "buena parte del territorio nacional se encuentra bajo la posibilidad de sufrir sismos de mayor o menor intensidad y, consecuentemente, existe una gran cantidad de estructuras y poblaciones vulnerables. Los mayores o menores estragos que produzcan estos sismos, dependen de la eficacia de las medidas preventivas adoptadas. En San Juan existe una política de prevención sísmica que ha posibilitado que en los 33 años transcurridos entre los terremotos de 1944 y 1977, las consecuencias fatales provocadas por uno y otro, fueran totalmente disímiles".


Desde hace exactamente un año, el Inpres está dirigido por la Dra. Patricia Alvarado, primera mujer en ocupar este máximo cargo en toda la existencia del organismo. Es geofísica, realizó un máster en Chile y un doctorado en los Estados Unidos sobre especialidades vinculadas al comportamiento de las estructuras bajo la acción de carga sísmica. 


MISIÓN DEL INPRES

Las principales labores del Inpres según la propia página del Instituto, son: Planificar y realizar el estudio de la sismicidad del territorio nacional, evaluando el riesgo sísmico en todas y cada una de las zonas del mismo; Operar en todo el territorio nacional la Red Nacional de Estaciones Sismológicas, la Red Nacional de Acelerógrafos y, en la sede del Instituto Nacional, el Laboratorio de Estructuras Sismorresistentes. Proyectar y aconsejar reglamentos que regulen la construcción de cada una de las zonas sísmicas del país. Realizar campañas de divulgación en todos los niveles, destinadas a crear una conciencia del problema sísmico y sus soluciones y efectuar publicaciones de divulgación técnica, e implementar la Política Nacional de Prevención Sísmica, entre varias otras. A su vez, el Inpres tiene dos redes de instrumental sísmico en todo el territorio nacional; una red nacional de estaciones sismológicas, con 50 centrales en todo el país, y una red nacional de acelerógrafos con 142 instrumentos.


Según técnicos especialistas del organismo, los últimos grandes sismos, como el del 23 de noviembre de 1977 o del 18 de enero de 2021, "mostraron que fueron efectivas las construcciones de hormigón armado, pero no los edificios de acero, contrariamente a lo que se creía antes". 


Por otra parte, en distintas regiones del país suele haber actividad sísmica. Pero el dato relevante es que la mayor cantidad de los movimientos telúricos suelen detectarse en las provincias cuyanas de San Juan y Mendoza. Es decir, son las zonas en las que más sismos y terremotos se han registrado en todo el país desde que se tienen registros históricos. Por tal motivo, cabe destacar la importancia que tiene para la población en general y cuyana en particular, la necesidad de estar comprometidos con la educación sísmica. De ese entrenamiento depende el salvar vidas en caso de un terremoto y sismos con alto grado de peligrosidad. 


Fuente: "Instituto Nacional de Prevención Sísmica". Boletín Oficial de la República Argentina. 15 de mayo de 1972.

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista