Tuve la oportunidad de conocer al escribano Enrique Villanueva Padró, en ocasión del centenario de Caucete, el 17 de octubre de 1993. Ese día, la periodista y poetisa Juanita Inés Marún, a pedido de las autoridades municipales hacía la presentación del libro ‘Hacia nuestra historia” que este hombre había escrito, referido a la historia del departamento que lo había visto nacer.
Con la rigurosidad propia de los historiadores, Villanueva Padró había logrado condensar los principales pasajes del pasado caucetero y había dado forma a un interesante libro, valioso legado para las generaciones presentes y futuras.
La segunda vez que lo vi en su Caucete natal, fue en ocasión de una cena del Rotary Club de Caucete, en el que se le hizo un reconocimiento por su aporte a la cultura y se lo distinguió por ser uno de los hijos pródigos de esta tierra de chacras y viñedos, destacado en el plano intelectual.
La última vez que tuve el placer de conversar con él fue en la ciudad que adoptó como propia, La Plata, aunque sin olvidar a su querido Caucete del que siempre está ávido de noticias y comentarios.
La llegada de un grupo de amigos rotarios fue el motivo oportuno para recordar viejas épocas de su niñez transcurrida en el seno de una tradicional familia caucetera. Un encuentro en el que no solo se habló de la historia de Caucete, sino también de lo que haría falta desarrollar para que esta departamento logre el crecimiento que merece.
Don Enrique cursó sus estudios primarios en la Escuela Manuel P. Antequeda, ubicada en el centro de Villa Colón, ahora convertida en ciudad de Caucete. Siendo adolescente continuó sus estudios en La Plata, donde cursó la carrera de Escribanía, en la Facultad de Derecho.
Fue el primer escribano de Minería de la provincia de Buenos Aires y actuó como subasesor de Geodesia. Participó activamente en el Colegio de Escribanos delegación La Plata, en funciones como secretario, entre otros cargos ejecutivos.
Fue ‘Conjuez” en varias oportunidades y ‘juez subrogante” del Tribunal Notarial, además de ser miembro adscripto del Instituto de Historia del Notariado, dependiente de la Universidad Notarial Argentina.
También ha ejercido como consejero del Colegio de Escribanos de Bs As y ha intervenido en diversos congresos y jornadas notariales y en el primer Seminario de Derecho Societario de la Facultad de Derecho.
En otro orden de actividades participó en instituciones como la Asociación Sanmartiniana y el Rotary Club de La Plata, del que fue su presidente. También fue fundador y presidente en varios períodos de la Asociación Argentina Pro Naciones Unidas de La Plata, dependiente de la World Federations of United Nations, con sede en Ginebra. Se desempeñó como asesor y miembro del Comité de Derechos Humanos y del Comité de Ciencias Sociales de la Comisión Nacional de la UNESCO.
En el libro ‘Hacia nuestra historia” Villanueva Padró parte de la llegada de Aman Rawson destacando que le toca vivir la etapa en que San Juan declara su autonomía como provincia. Continúa con la era federal, representada por el gobernador Nazario Benavidez, que diera origen a Villa Independencia, primer conglomerado de Caucete y se refiere al adelanto paulatino de la zona, de la mano de Justo Castro, entre otros grandes benefactores de la época; y del fundador de Villa Colón, don José María de los Ríos.
