Hace pocos días se actualizó la supuesta rivalidad entre San Juan y Mendoza a raíz de un audio publicitario en la vecina provincia que aquí se interpretó como una "burla", porque se usaba el acento sanjuanino aprovechando que la casa comercial publicitada se ubica sobre la calle San Juan de la capital mendocina. Pero antes hubo anécdotas similares. En enero de 2017 una página de humor mendocina (El Mendolotudo online) realizó una encuesta en Facebook consultando sobre la posibilidad de construir un muro entre San Juan y Mendoza, y pronto se hizo viral en las redes sociales. Los sanjuaninos lo vieron como una "cargada" y hubo coincidencias aquí en sostener que los "menducas" (mendocinos) "nos tienen bronca porque somos mejores en deportes y aquí traen más espectáculos deportivos".

Por otra parte, cuando el año pasado el presidente Alberto Fernández opinó sobre las tonadas provincianas y la relación entre algunas provincias, recordó que su padre riojano le contaba que "entre cordobeses y rosarinos se tienen bronca" y que sanjuaninos y mendocinos "se tiene odio" (La Voz del Interior, Córdoba, 21/07/2021). 

"En el siglo XVII se aseguraba que los mendocinos 'son buenos y de mucha realidad', pero 'los de San Juan son más despiertos y avisados'". Y las suspicacias continúan hasta hoy.

A su vez, en el campo de los deportes, para el presidente de San Martín de San Juan, Jorge Miadosqui, "la rivalidad entre sanjuaninos y mendocinos en fútbol es extrema" (El Sol, Mendoza, 1/05/2012). Lo dijo tras graves incidentes en el clásico de Cuyo entre San Martín y Godoy Cruz, en mayo de 2012.

Años después, una crónica deportiva de DIARIO DE CUYO del 8/05/2016 calificó de "batalla campal" un enfrentamiento entre los jugadores de los clubes de rugby Huazihul y Banco Mendoza ocurrido en la vecina provincia. Esta noticia fue comentada en todo el país y hasta el diario La Nación se ocupó de ella en su edición del 9/05/2016. 

RAÍCES ANTIGUAS

Todo esto tiene muy antiguas raíces en función del ambiente social, de las costumbres, creencias y prácticas que definen con frecuencia la conducta usual de una sociedad. Por ejemplo, Edmundo Correas, historiador, político y catedrático mendocino, en su "Historia Espiritual de Cuyo" (U.N.de Cuyo, Mendoza, (1939), habla de los sanjuaninos de los tiempos de la colonia como gente "generosa y hospitalaria".

A su vez, el abogado y escritor, también mendocino, Damián Hudson en "Recuerdos Históricos sobre la Provincia de Cuyo" (Imp. J.Alsina,Bs.As.,1898), y César H. Guerrero, en el excepcional "Cuarto Centenario de San Juan" (Ed. Cactus, Bs. As., 1962), coinciden en aspectos negativos. 

Así, Hudson habla de aquellos sanjuaninos de la colonia como habitantes "limitadísimos" frente al futuro, ya que no disponían de "la menor esperanza de mejorar, ni menos de aumentar sus medios industriales, ni de ver extender un día su comercio fuera y sus propios consumos con el aumento de la población, y se abandonaban al ocio y dejaban correr la vida sin curarse (Nota del redactor: preocuparse) del día de mañana".

Y Guerrero, en el siglo XX, explica estos argumentos señalando que no había posibilidad de proyección alguna de parte del "gobierno despótico de España" para sus colonias. Subraya también que en el caso del sanjuanino "sólo podía comerciar con el español", que se llevaba los productos de aquí pagándolos a precios irrisorios. A su vez, este historiador, que fue director del Museo y Casa Natal de Sarmiento, define aquel estilo de vida sanjuanino como "patriarcal", donde "la autoridad se ejercía por un varón jefe de cada familia (...) sin aspirar otra posición para sí ni para sus hijos y nietos, que aquella estrecha y menguada que le legaron sus antepasados (...)". Y a propósito de este escenario de dificultades entre ambas poblaciones vecinas que se prolongó hasta bien avanzada la época patria, y de las diferencias o suspicacias de antigua data, las más recientes mencionadas al comienzo, Correas, en su mismo texto citado, asegura que desde finales del siglo XVII ya existía "un fuerte núcleo de población con personalidad social", y ya se comparaba a sanjuaninos y mendocinos.

El autor recurre a escritos del sacerdote jesuita Miguel de Olivares, fallecido en 1713, para decir que los mendocinos "son hombres buenos y de mucha realidad", pero "los de San Juan son tenidos por más despiertos y avisados (Nota del redactor: prudentes)".

Finalmente, el escritor Octavio Gil, en su artículo "La Fundación de San Juan" (Boletín Junta Historia Provincial,S.J.,1945), apunta que en su visita a San Juan en 1788, el marqués Rafael de Sobremonte, gobernador-intendente de Córdoba del Tucumán, calificó "con alguna injusticia" a los habitantes de San Juan como "díscolos (...)", cuando el "temple sanjuanino ha sido, por raro contraste, el generoso productor de innumerables gestas heroicas con que cuentan las brillantes páginas de la historia nacional ( )".

Por Luis Eduardo Meglioli 
Periodista. Autor de "Así era San Juan cuando nació la Patria"