En su primer pronóstico económico de 2017, el FMI dijo que la economía mundial aumentará su ritmo de crecimiento a un 3,4% este año y un 3,6% en 2018. Pero la excepción será América latina, señaló. El FMI revisó a la baja sus anteriores proyecciones diciendo que la región crecerá un 1,2% y un 2,1% en 2018.

Además de un crecimiento más lento de lo esperado en Brasil y Argentina, citó lo que describió diplomáticamente como "un aumento de los vientos en contra por la incertidumbre relacionada con las políticas de Estados Unidos en México".

Para saber más, llamé a Alejandro Werner, jefe del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, y le pregunté sobre el impacto de las promesas de Trump de construir un muro en la frontera con México, revisar el tratado de libre comercio con México y Canadá y aniquilar el Acuerdo de Asociación Transpacífico de 12 países incluidos Japón, México, Perú y Chile.

Según Werner es prematuro hablar de un impacto psicológico negativo en toda la región, porque varios países como Brasil no han crecido más por razones internas. Pero agregó que las propuestas de Trump ya han afectado a las inversiones de México, la segunda mayor economía de la región, y podrían afectar a Centroamérica.

Alrededor del 80% de las exportaciones mexicanas van a Estados Unidos, y Centroamérica depende en gran medida de las remesas familiares de sus migrantes en EEUU. "El solo hecho de que haya incertidumbre sobre las futuras políticas comerciales lleva a muchas empresas a posponer sus inversiones en México.

Los planes económicos de Trump también están presionando hacia arriba las tasas de interés y eso puede afectar las inversiones en latinoamérica porque son más costosos los préstamos extranjeros".

El mejor escenario para América latina bajo Trump, sería que si la economía de EEUU crece, ya sea por políticas económicas saludables o por medidas populistas de corta duración. Los exportadores de productos básicos se beneficiarán. Si hay más construcción en Estados Unidos, eso ayudará a los exportadores latinoamericanos de acero, cobre y otros productos, señaló Werner.

Otros economistas ven posible ventaja: si Trump concentra sus políticas proteccionistas en China, en lugar de México, y coloca tarifas de importación más altas sobre los productos chinos que sobre los mexicanos, muchos fabricantes podrían mudarse de China a México y otros países latinoamericanos, dicen.

 Mi opinión: las diatribas de Trump contra el libre comercio y sus amenazas de aumentar dramáticamente las deportaciones ya tienen un impacto económico negativo en América latina. Tiene que pasar de la tuitocracia a la diplomacia.

De lo contrario, su demagogia populista será contraproducente: provocará una crisis económica en México y en otros países, que resultará en una mayor migración ilegal a EEUU, más narcotráfico y un nuevo brote de sentimiento antiestadounidense.