En el regreso a la escolaridad presencial se supone que la digitalización va a continuar, estaba antes, se desarrolló; quedan perspectivas que pueden significar nuevos desarrollos. El alumno está en la digitalización, lo virtual es ya un modo de ser. Las ventajas de la informática no se ignoran, rapidez, facilidad para encontrar información, comunicación con grupos numerosos y distantes, pero eso no significa que se desconozcan las desventajas que se encuentran como adicción a la tecnología, nuevas formas de delito. Si el docente se mantiene al margen puede disminuir la comunicación con el alumno.


"Probablemente por el camino que dé la calidez de la comunicación de café, ideamos como los niños se sitúan detrás de la pantalla sin identidad, más osados y desinhibidos", Adriana Ceballos. ¿Por qué sufren los adolescentes ? Bs As , Dígase, 2014.


Hay que conocer las dificultades, la comunicación podría perder sensibilidad, emoción o limitarse a un encuentro para resolver acuerdos de interés comunicacional. La duda se refiere a qué pasa ahora con el vínculo afectivo en el aula. Se da comunicación grupal, no hay que olvidar si se llega a la individualidad si no se conoce la vida adolescente, padres, educadores, pueden estar desconectados de esa realidad; puede haber dificultades en la comunicación. Internet ha sido impulsada por la situación sanitaria, pero ya se estaba instalando en la educación. Al joven no le cuesta a veces encontrar el valor y la verdad. Para eso hay que conocer esa realidad.


Surgen preguntas: Si el alumno detrás de la pantalla configura su identidad como inmediatez de la escuela, Si se encuentra a sí mismo en la distancia digital, se puede conocer al otro igual que en la cercanía y desde allí entenderse mejor en su individualidad. Una herramienta que se usaba, se desarrolla apresuradamente impulsada por el aislamiento motivada por la pandemia. Se instala un análisis de sus ventajas y dudas.


Alumno y virtualidad

El alumno está ahí, la virtualidad se ha difundido; encontrarlo en ese medio puede significar un esfuerzo para el adulto, y adaptación a la distancia virtual, pero es una forma de encontrarlo y aportarle el conocimiento y la ayuda para superar la incertidumbre.


La juventud, al menos en parte, está frustrada, no haber asumido el valor y la verdad como criterio de conducción en la vida deja un vacío. No tiene un conocimiento cierto de sí mismo, sino formas instaladas, copias: asume identidades pasajeras a veces usando signos de juventud en la búsqueda de la identidad, tipo de ropa, vocabulario, permaneciendo en la variable, en lo que no define quien es por haberse encontrado y encausado su vida. La repetición del instante presente hasta el cansancio le puede restar espacio al futuro, puede no estar contemplado el futuro en la vivencia del presente. Al no haber futuro, vive el presente fugaz que no queda, se disuelve en la repetición de lo mismo, ese presente se diluye en lo que pasa, eso es importante ya que vamos al futuro desde el pasado.


Instalada la virtualidad digital hay cambios en la comunicación, aparece un tema con dudas que pueden ocupar tiempo en la investigación, cómo influye la virtualidad en la vivencia del tiempo y en la configuración de la identidad. Si la importancia del futuro como expectativa y del pasado como presente en la memoria se mantendrá la falta de significado del pasado y el futuro se expresa en la frustración existencial en la vida acelerada esperando algo que ocupe la atención.


En este ritmo acelerado hay que enseñar y aprender con la virtualidad. Si el educador conoce esa realidad, puede encontrar como llegar a los alumnos.

Por Dr. Prof. Manuel Castillo
Profesor Titular de Antropología Filosófica de la FFHyA. Profesor titular de Filosofía de la Educación y de Lógica.