La insulina juega un papel clave en el mantenimiento de niveles correctos de glucosa en la sangre y hay, en general, un gran desconocimiento de las funciones específicas de la insulina natural que el páncreas produce.

Hace exactamente cien años, el 11 de enero de 1922, en Toronto, se administró por primera vez insulina a un paciente llamado Leonard Thompson que estaba ingresado en el Hospital General de Toronto. Sintetizada en un laboratorio canadiense a finales de 1921, se probó el primer mes del siguiente año. La insulina es una hormona que permite que el azúcar en la sangre, conocido como glucosa, pase a las células. La glucosa proviene de los alimentos y las bebidas que consumimos y es fuente principal de energía en nuestro cuerpo.


La insulina juega un papel clave en el mantenimiento de niveles correctos de glucosa en la sangre y hay un gran desconocimiento en las personas de las funciones específicas de la insulina natural que el páncreas produce. Como sabemos, nuestro organismo es un ajustado y perfecto conjunto de células, tejidos, órganos y sistemas en los que todo funciona en base a los nutrientes que recibimos de la alimentación en cantidad, calidad y armonía. Pero si la energía de los alimentos más la hidratación que obtenemos del agua y las sales minerales no se gasta o se gasta mal, hay desajustes que provocan que el estado de completo bienestar se transforme en enfermedad.


Enfermedad silenciosa

La diabetes es una enfermedad que señala el exceso de azúcar en la sangre pues afecta la manera en que el cuerpo a través del páncreas que comienza a producir cada vez menos insulina. Es generalmente una enfermedad "silenciosa" porque no tiene síntomas claros de que existe hasta que se efectúan los análisis que pueden determinarla. El sistema nervioso, el circulatorio, los riñones, los ojos, los pies pueden verse notablemente afectados.


La insulina fue investigada y creada de manera artificial o externa al organismo hace un siglo para aquellas personas que no la producen por una o varias razones y que padecen la denominada diabetes mellitus tipo Uno. Generalmente niños y adolescentes son los que la presentan pero hay que decir que obviamente todos -sanos o enfermos- somos "insulinodependientes" por cuanto el órgano que la produce es el que la regula para todos los organismos por igual y que sólo se necesita de manera exógena, es decir la que se fabrica en laboratorios, cuando la producción pancreática es escasa o nula.


Hacer una vida sana


Las personas sanas que no tienen problemas con la glucosa, deberían saber a ciertas edades que el organismo ha de ayudarse con dieta y ejercicios saludables para seguir produciéndola naturalmente porque nuestro cuerpo, esa máquina perfecta, debe manejar la energía que no gastamos en actividades sedentarias ni en las de esfuerzo que se torna cotidiano. Cien años a esta parte, es increíble el aumento de la diabetes y de las personas dependientes de manera externa de la hormona insulina y como en todos los desórdenes físicos que causan enfermedad estamos llamados a vivir de manera que cuidemos lo que consumimos, los horarios en que lo hacemos, y los ejercicios que podemos realizar para que el páncreas trabaje y produzca naturalmente la insulina que necesitamos para el equilibrio y bienestar.


Leer e informarse y sobre todo no quedarse con "soy diabético no debo consumir azúcar" porque no se trata sólo de eso, sino de administrar sabiamente los nutrientes ya que todos en su justa medida son necesarios para la vida.