Uno de los intelectuales más prominentes de Venezuela, el profesor de economía de Harvard Ricardo Hausmann, acaba de publicar un artículo que está dando mucho que hablar: pide una intervención militar de Estados Unidos y otros países como la única forma de poner fin a la crisis humanitaria de Venezuela.

 

Son poco probables las posibilidades de que se disponga una intervención
militar en Venezuela.

 

En su artículo sindicado del 2 de enero, titulado “El día D para Venezuela”, Hausmann propone que la Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, le haga un juicio político al dictador Nicolás Maduro y designe un nuevo gobierno constitucional, que a su vez podría solicitar ayuda militar de otros países para hacer cumplir la ley.

Hausmann argumenta que Maduro ha cerrado todas las vías pacíficas para una solución negociada al drama de Venezuela. Una coalición militar internacional de países dispuestos a apoyar un nuevo gobierno designado por la Asamblea Nacional democráticamente electa en 2015 sería legítima y tendría muchos precedentes históricos.

Hausmann, que dirige el Centro para el Desarrollo Internacional de Harvard, dice que las actuales conversaciones para lograr una solución electoral a la crisis humanitaria de Venezuela no van a llegar a ninguna parte. Maduro ha torpedeado esas conversaciones una y otra vez. Además argumenta que las sanciones financieras y de visas implementadas por el gobierno de Trump contra altos funcionarios venezolanos no serán suficientes. Tampoco habrá un golpe de Estado.

Después de leer su artículo, llamé a Hausmann y le pregunté si realmente cree que existe la menor posibilidad de que EEUU y algunos países latinoamericanos apoyen su propuesta de una acción militar.

Le recordé que uno de los principios más arraigados de la política exterior latinoamericana después de las invasiones de EEUU en los siglos XIX y XX ha sido la oposición a las intervenciones estadounidenses.

Mi opinión: Hausmann tiene razón en que las conversaciones actuales entre la oposición y la dictadura de Maduro probablemente no tendrán éxito. Y uno podría argumentar en apoyo de su argumento de que Venezuela ya ha sido invadida por otro país, Cuba, que en muchos aspectos dirige el régimen de Maduro.

Pero, a juzgar por lo que escucho de diplomáticos estadounidenses y latinoamericanos, es muy poco probable que la propuesta de una intervención militar pueda prosperar. Incluso México, Brasil, Argentina y Perú, los países que han criticado más duramente a Maduro, se opondrían a una acción armada.

La ruta más factible en este momento es que la comunidad internacional, en coordinación con la oposición venezolana, aplique nuevas sanciones diplomáticas y económicas.