La periodista mexicana Carmen Aristegui lo sintetizó en tres palabras: "Un continente reprobado". La libertad de prensa se desplomó y atraviesa uno de los momentos más críticos desde la restauración democrática, un corolario ineludible del avance de los autoritarismos, que tiene como consecuencia más dramática el asesinato de periodistas. La Argentina dejó de ser una excepción y se plegó al declive de la región. Ya no son sólo las dictaduras: la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) alertó que varios gobiernos están fallando en "promover los valores republicanos de una prensa libre".

"El debilitamiento de la democracia en América este año arrastró su sombra infaltable: la erosión de las libertades de expresión y de prensa. El inicio de nuevos gobiernos y varios procesos electorales en la región fallaron en promover los valores republicanos de una prensa libre", concluyó la 79a Asamblea General de la SIP, que reunió en México a más de 300 editores, periodistas, ejecutivos de medios y expertos de todo el continente.

El documento final del encuentro menciona cuatro factores que drenaron la libertad de expresión y de prensa, un pilar fundamental de la democracia: el recrudecimiento de las dictaduras, el fortalecimiento de los autoritarismos, el crimen organizado y la debilidad económica.

Panorama desolador

La región dejó un panorama desolador, encabezado por los tres países más golpeados: las dictaduras de Nicaragua, Cuba y Venezuela. Pero muchas democracias retrocedieron, incluida la Argentina, Perú, México, Ecuador, Colombia, Paraguay y Brasil, que "sufren un incremento del crimen organizado, la delincuencia y el narcotráfico, mafias que atacan a la prensa con cada vez mayor saña", donde el trabajo de la prensa se ha vuelto "más riesgoso".

"En esta misma sala y fuera de ella, hay historias compartidas de golpes de censura, de persecuciones, de acoso judicial, de allanamiento de instalaciones, de espionaje, de cárcel y, en grado extremo, de asesinato. No puede haber foro en el que no digamos en voz alta que la muerte de un solo periodista es inadmisible", recopiló Aristegui, al recibir este año el Gran Premio a la Libertad de Prensa 2023, la más alta distinción de la SIP. "Cuando se asesina a un periodista -continuó-, se asesina a una persona, a un profesional, pero también se asesina el derecho de la sociedad a estar informada y a conocer lo que ese o esa periodista tenían que informar, lo que tenían que reportar".

Siete periodistas fueron asesinados en el último año: tres en México -el país más violento de la región para el trabajo periodístico-, dos en Guatemala, uno en Colombia y uno en Haití, entre no pocos otros atentados contra la vida. También subió el número de periodistas exiliados, con al menos 25 nuevos casos.

Violencia contra periodistas

La violencia contra los periodistas fue la causa principal del desplome del Índice Chapultepec, un mapa de las libertades en la región, a su nivel más bajo desde que nació, hace cuatro años. El otro hecho destacado en las conclusiones de la asamblea fue la ausencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su gobierno en pleno, que "desairaron a la prensa del continente", dijo la SIP. El relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Pedro Vaca Villarruel, viajó desde Washington para el cierre -su participación se puso en duda por supuestas presiones del gobierno mexicano, pero las negó-, reiteró críticas a las "mañaneras", la conferencia diaria de López Obrador que se ha convertido en el principal ritual de su gobierno, y pidió "luchar por la memoria" de los periodistas asesinados.

"Al cierre, Kerry Kennedy, hija del fallecido Bobby Kennedy, recibió el Gran Premio Chapultepec por la labor de la organización Robert F. Kennedy Human Rights y dijo que la libertad de expresión es vital para garantizar la vigencia de todos los derechos fundamentales.

"Sin el trabajo valioso de los periodistas, sabemos muy bien que no hay una verdadera democracia", dijo Kennedy.

 

Por Rafael Mathus Ruiz y Carlos Jornet,
presidente de la Comisión de Libertad
de Prensa e Información de la SIP