En el inicio de un año con elecciones el peronismo sanjuanino parece una larga partida de ajedrez, en la que mover una pieza con torpeza podría provocar grandes catástrofes. De arranque, el tablero no registra antecedentes recientes: un gobernador de una provincia aún dependiente de las administraciones nacionales, que pertenece a un color político distinto al del presidente quien, a su vez, hace todo lo humanamente posible para alejar su gestión de la gente. Sumado a eso, las presiones naturales de la patria chica, como por ejemplo, la insistencia de ciertos sectores para que José Luis Gioja encabece la lista de senadores. Además está la imagen del pocitano ante los sanjuaninos, ya que Uñac enfrentará este año nada más y nada menos que su primera elección al frente de la provincia a poco menos de dos años de haber asumido. Y lo más importante, la relación institucional del Gobierno con la Nación, que debe seguir como hasta ahora por el bien de todos los que vivimos en esta provincia. La máxima del PJ y de Uñac sería ganar la contienda electoral recibiendo un reconocimiento a su gestión, y hacerlo sin pelearse con la interna pejotista local ni tampoco con el macrismo. "Todo no se puede", suele decir mi madre para justificar alguna derrota, y muchas veces tiene razón. Sin dudas, por todos estos ingredientes y otros que se verán más adelante, esta será la elección más compleja que le ha tocado transitar al Justicialismo sanjuanino en los últimos años. 


No hace mucho en una entrevista en Radio Sarmiento, el intendente de Rawson Juan Carlos Gioja dijo que a los candidatos del peronismo había que elegirlos entre los "compañeros", lo que visto por el uñaquismo sonó a "mucha gente". Uñac, a fines de 2016, sin referirse directamente a esa frase, dijo que los candidatos se iban a elegir "como siempre se ha hecho en el partido", es decir, los va a definir el presidente del PJ. Gioja siempre lo hizo así. Tenía sus personas de consulta, como cualquier líder, pero la decisión final siempre era de él. Lo mismo hará Uñac, porque el escenario es de mucha mayor presión que el que tenía el exgobernador.  


Esa fue una definición importante, y la segunda fue sobre su hermano a Canal 13 sanjuanino: "No hay que descartar" que Rubén (Uñac) sea candidato, dijo Sergio. Con esas declaraciones más de un dirigente del peronismo fantaseó con la idea de una fórmula Gioja-Uñac, pues no, parece. Si Rubén es candidato, dicen en el entorno del legislador provincial, será candidato a senador, no a diputado nacional, y si eso ocurriera Gioja quedaría relegado al tercer lugar de la lista de senadores, porque la segunda sí o sí tiene que ser para una mujer, lo que seguramente el exgobernador no aceptará. 


Pero existe otra razón más poderosa aún para no fantasear con una fórmula Gioja-Uñac que es la eterna interna peronista, en el caso de que Rubén aceptara, cosa que en su entorno ya negaron, una candidatura a diputado nacional. Si esa fórmula ocurriera, expondrían al Justicialismo a una situación de competencia hacia adentro de demasiada complejidad. Dejarían de medirse con los candidatos de otros partidos para competir entre sí y expondrían al electorado a zanjar las diferencias que tiene el PJ hoy, lo que acarrearía varios problemas sobre todo al gobernador. Desde Alfredo Avelín para acá los sanjuaninos no quieren ni votan a dirigentes cuyo métier sea la confrontación, todo lo contrario. Un caso testigo de esta afirmación es Mauricio Ibarra, un excelente intendente, excelente gestor, quien no supo y no sabe manejar su ADN pendenciero, situación que lo puso donde está. En resumen, a Uñac no le conviene exponer las diferencias con Gioja, por más que el exgobernador de cuando en cuando haga todo para provocar. 


"Pero si Gioja no es candidato, ¿no se animará a hacerle interna a Uñac tal y como el pocitano le amagó a Gioja el año pasado?", preguntó alguien con picardía esta semana en un café. Otro, más entrado en años que estaba cerca respondió: "Al flaco no le gustan las internas, ni siquiera cuando las podía ganar. Además, aunque aún alta ya no tiene la misma imagen que cuando terminó su tercer mandato consecutivo, ha sufrido el desgaste natural de un año de ser diputado nacional", dijo el hombre. La ocasional definición pareció muy razonable, tanto que ninguno de los que estábamos ahí se animó a refutar. Gioja tiene una imagen importante aún y después de 12 años de gestión exitosa al frente de la provincia, merece el bronce de una senaduría, pero lógicamente no son las únicas cosas que hay que tener en cuenta para postularse a un cargo. Como siempre ha ocurrido, seguramente dependerá de cómo lo vea la gente al momento de definirse los nombres de las listas. Si hay algo que siempre se le reconoció fue el manejo de los tiempos, ahora es lo mismo. 


Pero supongamos que todo lo que se escribe en estas líneas es pura fantasía y finalmente Uñac decide poner a José Luis Gioja como candidato a senador. Gioja debe dejar su banca de diputado nacional. ¿Quién asume? En la lista siguen Walter Lima y Adrián Cuevas. Ninguno de ellos es de confianza del actual mandatario, todo el mundo lo sabe. Y a Uñac no le gustan esos tratos, se vio con la vacante en la Corte de Justicia. Con Guillermo De Sanctis ganó dos lugares, el de la Corte y el de Fiscalía de Estado que dejó vacante 'El Yeti", el segundo casi tan importante como el primero. Nada es fácil en la vida, dicen. 


A todo esto hay que sumar el resto de los dirigentes que ya dicen que quieren ser, como Ruperto Godoy, quien desde hace meses hace campaña de manera silenciosa en las redes sociales, contando todas las reuniones con vecinos de distintos departamentos. Por primera vez se lo ve activo, lo que en sí es una novedad. 


Y por último está el PRO. El Gobierno sanjuanino tiene que seguir gobernando, y para eso tiene que mantener una relación adulta con la Nación, que presionará este año como nunca antes, seguramente. Macri necesita menos "Giojas" en el Congreso, y para eso usará toda la estructura que pueda. La imagen de Mauricio Macri en San Juan está mucho más baja que en el resto del país y es muy probable que eso ocurra por la pasividad de los referentes locales. Llama la atención que teniendo estructura/fondos los amarillos no aparezcan, no sobresalgan. Las declaraciones de Rogelio Frigerio a DIARIO DE CUYO esta semana, poniendo a Eduardo Cáceres y a Roberto Basualdo como candidatos, pareció más que nada una arenga para combatir la pasividad del PRO local, que ve pasar los días sin acción política alguna, al menos visible. Sólo se habla del PRO en la provincia cuando los medios lo hacen, o cuando algún referente/funcionario nacional pisa suelo sanjuanino, si no, la siesta sigue. En ese contexto, mojarle la oreja a la Nación en una elección tal vez no sea muy recomendable. Una cosa es la institucionalidad y el respeto partidario entre Uñac y el macrismo que demuestran en público, y otra es la negociación por fondos y ayuda que se hace puertas para adentro, cuando no hay periodistas presentes. 


Toda esta ensalada la debe tener el Gobernador en su cabeza, seguramente. No puede darse el lujo de perder, pero tampoco de ganar y provocar, por eso el tiro debe ser muy medido. Tal vez la respuesta sea ganar, solamente. Veremos cómo sigue todo, ya que el año recién empieza.