En estos días, cuando se acaban de cumplir 125 años del último respiro de Domingo Faustino Sarmiento, la lucha por reconocer su inconmensurable obra de progreso para el país, no cesa. Aún en aquel último instante de su vida, el prócer pensó en lo mejor para su patria, con valores supremos como el hombre, el país, la educación y la libertad. Y lo hacía igual que en toda su vida: desesperadamente, como si el tiempo le hubiera jugado siempre en contra para tanto que restaba hacer por el país.

Sin embargo, aquella gran energía no se fue toda con él, si no hoy no entenderíamos su natural pose de gigante ante la posteridad. Por todo ello, cuesta aceptar que todavía haya que hacer esfuerzos especiales para rescatar el verdadero retrato del maestro de maestros. Cuando nos visitan figuras de distintos sectores y origen ideológico de la vida nacional, muchos se preguntan aquí en nuestro medio si les caerá bien o no la figura de Sarmiento. O se espera comprobar que si hablan bien en San Juan, cuando vuelven a su lugar de origen lo ponen, como dirían los españoles, "’a parir”.

Naturalmente que no podemos pasarnos el tiempo tirándonos flores los unos a los otros con la mirada extasiada en nuestra máxima figura histórica, más allá de sus pasiones, virtudes y defectos. Sino procurar hacer justicia con su imagen fuera de nuestras fronteras sobre momentos cruciales de su vida que se ven a veces empañados por falta de información.

Dicho en otras palabras, necesitamos multiplicar la difusión de la obra de Horacio Videla, publicada por la Universidad Católica de Cuyo (última edición, año 2005) que tituló "’Acusación y Defensa”, donde analiza y responde cada una de las observaciones que, desde la ignorancia o con otro interés, se hacen sobre Sarmiento.

A ello hay que sumar, afortunadamente en todo este marco, un hecho excepcional, y es la acción de la profesora Margarita Ferrá de Bartol con su labor parlamentaria en la Cámara de Diputados de la Nación. La diputada nacional viene protagonizando una lucha sin cuartel ante todos aquellos (diputados, senadores, dirigentes o representantes de otras instituciones del resto del país) que no conocen lo suficiente al autor de "’Facundo”.

Su valiosa cabeza acuna varias lecturas de las Obras Completas del prócer, que ella pregona con autoridad pero sin fanatismos en el Congreso Nacional. Después de todo, puesto en la balanza de la historia, el Sarmiento real es ampliamente más positivo porque de este lado está su inconmensurable servicio a la Educación, antítesis de los violentos y de los tiranos.

Esta batalla de Ferrá de Bartol se la conoce apenas porque su humildad la priva de airearla lo suficiente. Y como muestra basta un ejemplo: desde hace unos años se espera que el Congreso Nacional apruebe el proyecto de esta diputada por el cual se declarará a San Juan, Capital de la Educación Popular.

La propuesta tuvo lugar durante la I Fiesta de la Educación de la Municipalidad de la Ciudad de San Juan, con la presencia en nuestra ciudad de miembros de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados de la Nación. Hasta hace poco se seguía luchando para lograr el apoyo de dos diputados nacionales con poca simpatía por Sarmiento, o mejor dicho con desconocimiento de su biografía, que no terminaban de dar mayoría para la aprobación del proyecto.

Así, tras el paso del tiempo, lleno de insistencia y lucha, todo aquel trámite, tanto en Diputados como en Senadores será nuevamente presentado por la diputada Ferrá de Bartol para retomar con urgencia la justa propuesta, apoyada por el diputado Daniel Tomas y los restantes legisladores nacionales por San Juan. Paralelamente, se propone disponer como feriado nacional cada 11 de septiembre, aniversario de la muerte del gran sanjuanino.

Sabemos que el Gobierno nacional quiere "’darle calor a los bronces”, como lo reconoció en 2011 en la Casa de Sarmiento el secretario de Cultura de la Nación, Jorge Coscia, y en ese sentido se espera mucho por la justicia sobre Sarmiento, para lo cual seguirán siendo necesarias en lo que resta del año nuevas, prolongadas y didácticas conversaciones de la diputada nacional sanjuanina con el propio Coscia y todo el cuerpo legislativo nacional, como ya lo viene haciendo.

La tarea no es fácil y su conocimiento como historiadora terminará dando la razón a la auténtica historia. ¿Que hay elecciones y Ferrá de Bartol es candidata? Eso es otro tema. Yo hablo de Sarmiento y sus enormes dificultades para sobrevivir en el siglo XXI.

(*) Periodista.