El espejo retrovisor de la lucha contra la inflación en la Argentina muestra repetidas situaciones donde el trasiego entre inflación e hiperinflación en los precios de la economía conduce a la licuación de todos los ingresos reales tanto de los salarios como del beneficio empresarial, amenazando, en general, a derrapar a situaciones aún más extremas que la registrada como punto de partida de estas dinámicas.
Ello ocurre cuando partiendo de una situación dada de presión inflacionaria donde los ingresos nominales son sobrepasados por los valores que van tomando los precios al alza. Se da en este caso no una reducción nominal sino una reducción real del valor del ingreso. Disparando la pobreza y la transferencia de ingresos de los sectores rezagados en esta carrera entre precios e ingresos.
Entonces, los gobiernos, según algunos casos históricos, para evitar la escalada y la escapada futura de precios buscan relanzar la relación de estos valores desfasados en un nuevo equilibrio relativo más equitativo tratando de evitar el desacople de precios e ingresos medidos en su capacidad de poder de compra.
EL PLAN AUSTRAL
Así ocurrió con el plan Austral de Alfonsín con la aplicación del denominado “desagio”, un instrumento para desindexar los precios. El principio profundo era: “Si los valores que se pactaron para fechas futuras tienen implícita una pauta de inflación próxima alta, si la inflación baja en forma significativa resultaría adecuado proceder a la reducción de tales valores”. El gran objetivo de estos dispositivos es salir y/o evitar hundirse en un círculo vicioso de sucesivos aumentos de precios y aumento de salarios ampliándose cada vez más en cada tramo la diferencia entre precios al alza e ingresos rezagados. Se busca la no espiralización de la inflación – hiper inflación.
LA ACTUALIDAD
En la actualidad también se busca desalentar la dinámica de la retroalimentación de la inflación para que no entre en la curva ascendente de la hiperinflación. Hoy ante la devaluación del 118% anual y la disparada inflacionaria del 54%, se están aplicando anclas concretadas en instrumentos tales como acumular reservas en divisas en el BCRA, bajar la tasa de interés 20% para bajar la deuda pública medida contra el porcentual de inflación, aspirar pesos con el ajuste monetario, la licuación del poder adquisitivo del ingreso en general, la eliminación del déficit fiscal, la no emisión monetaria, mantener la brecha corta entre dólar oficial y blue, la recompra de deuda por el Tesoro al BCRA para hacer subir los bonos y crear mejor clima de inversión y de ese modo bajar el riesgo país, etc.
Es ardua la cuestión de encontrar el equilibrio estable durante el mayor tiempo posible porque si no se encuentra esa solución adecuada, la hiperinflación llega y hegemoniza la realidad. Ello demuestra que en la economía como en la física el vacío no existe.
Por el Dr. Mario Alfredo Luna
Abogado