Pasó el día del Periodista con hechos que se repiten anualmente, es decir el histórico recuerdo a Mariano Moreno por la "Gazeta de Buenos Ayres" aparecida el 7 de junio de 1810 a pedido de la Primera Junta que por decreto institucionalizó su fundación porque era necesario anunciar al público los actos oficiales y las noticias exteriores y locales. Sus primeros redactores fueron Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli.
Ahora se celebra con una misa tradicional y el posterior brindis, se reciben saludos de instituciones y personas. Se sigue sintiendo respeto y afecto por ese hecho histórico de manera que la celebración involucra al conjunto de los profesionales de este ramo.
A nadie le pasa por alto en la actualidad, la existencia de ese contexto dinámico porque la palabra hablada o escrita es el vehículo de la noticia que da cuenta de todo lo que sucede en el mundo, muchas veces en forma simultánea con los hechos. Intercomunica a las personas y a los pueblos.
Radios, televisión y diarios, aunque históricamente el diario es el eje central de ese maravilloso, intrincado y sorprendente mundo de la noticia porque la palabra escrita es testimonial y perdura. El alma de esta actividad es la libertad de prensa que se basa en la libertad de opinión y que consiste en que los medios y sus periodistas puedan expresarse libremente sobre lo que ocurre y opinar sobre ello. No es real la idea que trasmiten algunos periodistas de moda en la tevé y que dicen que "nosotros (los periodistas) estamos para combatir". No, en todos los casos el periodista debe cuestionar, no quedarse con la apariencia de los hechos, investigarlos hasta poder ver con claridad cuál es el origen de un suceso, de un testimonio o de una declaración.
En este momento, no se puede decir -lamentablemente- que los medios gozan de libertad de prensa por dos razones: primero, hay una audaz y desleal distribución de la publicidad estatal, segundo desde las tribunas del poder se ha llegado a denostar a los diarios frecuentemente.
Los laberintos de la política partidaria pueden producir hechos que no se ajustan a la realidad que todos viven. El 29 del mes pasado, cuando la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner visitó Mendoza dijo, en un cruce de palabras con el gobernador de esa provincia.."Celso, un presidente que fue el más exitoso de los presidentes (por Kirchner) me dijo: ‘Si te ponés a leer lo que dicen todos los diarios, además de amargarte, vas a perder mucho tiempo, que es mejor emplearlo en hacer cosas para los argentinos, que es realmente lo que nosotros necesitamos".
La palabra clave de la expresión de Kirchner es "amargarse" lo que pasado en limpio es no admitir ni críticas ni sugerencias sobre la conducción del país sino persistir en una conducción hegemónica que caracteriza a muy pocos y anárquicos países del mundo.
En momentos de crisis -y no debemos negar la que vivimos- es necesario dar ejemplos de flexibilidad intelectual y de conductas políticas. En la actualidad, se observa que desde el poder mansillan a opositores políticos bien ubicados en las encuestas y ésto genera tensiones y desilusiones. Desarma a la persona que quiere volver a entusiasmarse por su país.
No se puede vivir de enfrentamientos en enfrentamientos que es lo que ha cansado a un buen número de ciudadanos que están sintiendo indiferencia, cuando no apatía, ante la cercanía del acto electoral del día 28.
Esperemos que la ciudadanía pueda retomar su incentivo para que se clarifiquen muchos hechos. Por empezar, la verdad no pasa por los laberínticos mensajes setentistas, pasa por la experiencia de los años recientes y por las expectativas del tiempo futuro que se insinúa mundialmente complicado y cambiante.