Tuve la oportunidad de visitar este año la ciudad de Boulogne-sur-Mer, en el norte de Francia, donde el Gral. Don José de San Martín fijó su residencia después de vivir en diferentes países de Europa y distintas ciudades francesas. Allí vivió entre 1848 y 1850.

En esta ciudad sobre el Canal de la Mancha hay tres lugares que lo recuerdan: la casa donde vivió; la Casa San Martín, hoy un museo; la estatua ecuestre erigida cerca de la playa en 1909 y la cripta de la Basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción (Basílica de Notre Dame).

En los tres se le han rendido homenajes este año en el que celebramos el segundo centenario de la declaración de nuestra Independencia. 

En toda la cuadra donde se encuentra la Casa San Martín ondeaban pendones desde diferentes lugares altos, de color predominantemente celeste, con la imagen del Libertador y las leyendas "Bicentenaire de l'independance de l'Argentine'', 'Boulogne-sur-Mer'', 'La Plata-Argentina.''

Es un edificio similar en altura y estilo a las construcciones vecinas, de las cuales no se distinguiría si no fuese por dos detalles, uno de los cuales es la placa ubicada al costado de la puerta de entrada, en la que puede leerse "Museo del General San Martín'' en francés y en español; el otro, las tres banderas que flamean en lo alto de su frente: las de Argentina, Francia y Boulogne-sur-Mer. 

Para acceder a ella hay que tocar el timbre y aguardar a que la puerta sea abierta. Lo hace el curador de la casa, quien luego brinda información y contesta preguntas acerca del lugar y del prócer. Desde el 2000, esta función la cumple un militar, que vive con su familia en el tercer piso, durante un período de dos años, al cabo del cual es reemplazado por otro. Hasta febrero de 2017, el conservador fue el Suboficial Principal de la especialidad de Intendencia del Ejército Argentino, Víctor Hugo Jatuf. 

Cuando la puerta se abre, un largo hall de relucientes mosaicos blancos y negros se muestra a los ojos del visitante. En las salas del museo, en una vitrina se exhibe una réplica del sable corvo de San Martín; sobre una mesa, una caja de madera que contiene tierra de Yapeyú y, a su lado, una losa de la casa donde nació el prócer.

Nuestro prócer residió con su corta familia en el segundo piso. Allí, los dos lugares obligados de visita lo constituyen su dormitorio y el de su hija, Mercedes, en cuya cama falleció. En esta habitación se exhibe, sobre la réplica de la cama original, una referencia que dice: "En este lugar se apoyaba el lecho en el que falleció el Libertador. El pedazo de piso auténtico fue retirado en diciembre de 1937 para ser enviado a Buenos Aires.'' 

El dormitorio del Libertador, invita al silencio y la observación atenta. Sobre el piso de madera reluciente, los muebles han sido ubicados según un plano que realizó su nieta menor, fotografía del cual puede verse sobre la mesa en el centro de la habitación. La cama se encuentra arrimada a la pared opuesta a la de las ventanas, que dan a la calle; está provista de un bello baldaquino celeste y cubierta por la bandera argentina; detrás de su cabecera, la mesa de luz; a su izquierda, la bella estufa de leña sobre la que está un retrato de San Martín con la bandera argentina.

Al salir de allí, uno siente que ha tenido el privilegio de adentrarse en un ámbito donde el Libertador debe de haber pasado muchas horas.
En toda la casa, la historia habla desde las paredes, las vitrinas y cualquier espacio ocupado por objetos relacionados con el prócer, por ejemplo la réplica de su catre de campaña. Algunos de esos objetos son tan significativos, al menos para esta visitante, que no es posible soslayar una breve referencia a ellos. 

Uno es la copia del acta labrada el 4 de abril de 1817, "en momento en que el gobierno de Chile le ofreció una recompensa por haber llevado a cabo la liberación de Chile, que rechazó diciendo que donaba este dinero para construir la primera biblioteca chilena'' (Leyenda que acompaña la copia.)
Otro objeto es la copia mecanografiada de la carta que la hija de San Martín envió desde Tour a un amigo de la familia, Don Manuel Guerrico, con fecha 30 de agosto de 1850.

Al final del hall de entrada, se encuentra la puerta que lleva al patio de la casa. La pared de la izquierda ha sido destinada a la ubicación de las numerosas placas de homenaje a San Martín, una de las cuales impacta profundamente: "El presidente de la nación argentina, Doctor Raúl Alfonsín rindió homenaje a la figura del Libertador José de San Martín en esta casa. Boulogne-sur-Mer. 20 de septiembre de 1985.'' 

Un mural sobre toda la extensión de la pared del fondo muestra la figura ecuestre del libertador con el paisaje andino de fondo, una inmensa bandera argentina, los rayos fulgurantes del sol de la libertad y un cóndor con sus alas extendidas. Fue pintado en abril último por Mirta Eva Martín, esposa del conservador de la casa, y Lucía Curiotti, una amiga.

El próximo destino, la Basílica de Notre Dame, situada dentro de las murallas de la antigua ciudad de Boulogne-sur-Mer, la llamada "villa fortificada''. Es un lugar pintoresco, alegre, con negocios de diferente naturaleza, cafés, jardines de flores y, algo poco habitual quizás, pequeños huertos con cercas de caña en los que se han cultivado plantas de acelga, apio, lechugas, "ciboulette'', pimientos, tomates...

Caminando por calles de adoquines se llega a la basílica. En su cripta se encuentra la llamada "Capilla del General José de San Martín'', que fue renovada y reinaugurada el pasado 14 de julio. En su interior, un tanto sobrecogedor, puede observarse el busto del Libertador, una bandera argentina en un mástil y varias placas recordatorias de distintos homenajes hechos a él. 

(*) Magíster en Lingüística Aplicada. Docente de la UNSJ.