Algunos políticos nerviosos se muestran como un espejo de la situación social caliente.
Un año nuevo emprende. El que se fue dejó un diciembre caliente. Aunque todavía, no sabría cómo definirlo, si caliente o más bien recalcitrante. Pero no solamente porque el Sol radiante rajó el asfalto, sino también porque dejó abierta la herida de la precariedad técnica, que desnudaron los diversos cortes de luz ante una fuerte ola de calor.
Y, el infierno busca instalarse holgadamente, casi hasta cortarse por el lado más fino si ante esta situación adversa, los gremios también calientan los motores a fondo. Ya las próximas paritarias que se acercan, estarán marcadas por el ofrecimiento que hubo anteriormente, hacia las fuerzas de seguridad. Ante ello, políticos nerviosos se muestran casi como un espejo de la situación social al rojo vivo. Podríamos resumir la situación vivida en estos últimos meses en diez puntos claves:
1- Precariedad: cuesta creer que ante un gran crecimiento sostenido se mantengan los cortes de agua y de luz, los que nos remontan a los viejos tiempos de Raúl Alfonsín. Mucha gente compró electrodomésticos, autos y aires acondicionados en cómodas cuotas, pero ante esta situación de servicio ineficiente, algunos dejarán de usarlos por algunos momentos.
2- El calor nos mostró el drama y la angustia de lo que significa estar sin luz y sin respuestas por bastante tiempo. Muchos cortes de rutas con gente en las calles, implorando con bronca un auxilio desesperado a funcionarios.
3- En varios lugares, pero sobre todo en Buenos Aires, se pudo ver en la pantalla grande del televisor a gente sufriendo y a algunos ministros de vacaciones: con ello no se busca atacar o herir a nadie, sino mostrar la realidad de dos situaciones completamente diferentes, por la que atravesamos.
4- La gente buscando zafar del costo político: es que no querían quedar en medios de las discusiones de los dirigentes, que se echaban la culpa entre sí, o que sólo querían desligar la responsabilidad a las empresas.
5- El padecimiento: que en un "’Gran Vacío”, aflora con más fuerza y evidencia, a pesar de la bonanza económica de estos últimos tiempos.
El populismo y el consumismo con dinero son fáciles, pero sin dinero asustan.
6- Políticas a largo plazo débiles: habrá que hacer un análisis a fondo de esta situación vivida, porque si no hay soluciones serias de lleno, corremos el riesgo de que esto se acentúe. Y, sin energía, el país no tendrá educación ni futuro. La falta de proyectos planificados o improvisados, nos permite salir del apuro, pero nos hacen transpirar fuertemente la camiseta, poco después. Debería surgir un plan integral elaborado con eficacia y equilibrio social.
7- Medidas repentinas: la desesperación de ciertos líderes, que buscan paliar la situación como pueden, hacen ver con mas nerviosismo la situación política social que empeora, más allá de lo que auguren los diversos datos estadísticos. Deterioro fiscal y pérdida de reservas. La falta de un plan integral contra la suba de precios, para tener reacción rápida. Una cierta falta de racionalidad.
8- El hombre del año: Francisco ya había manifestado una cierta preocupación por la situación de crisis que se vive a escala planetaria, invitando con el ejemplo a ejercer el poder como un acto de servicio. Decía Bergoglio: "’Tras la tiranía del dinero, el planeta, la dignidad humana y la vida están en peligro”. Es el reformador de estos tiempos, y que con la acción diaria intenta instalar una política de saneamiento visible, más allá de los discursos.
9- La presentación del narcotráfico en la Conferencia Episcopal de Pilar: mostró otro punto todavía más preocupante de la delgada situación social.
10- Una Argentina que empieza un nuevo año: el viejo se va con aire infernal de angustias, preocupaciones, violencia, desesperación, abandono y la falta de servicios básicos. Aunque, el año que se fue, tuvo algo de positivo, en cuanto que fue un punto de inflexión para ver claramente que "’ya no da para más la política del parche”.
Por primera vez la situación empieza a estallar en el campo social. La gente golpeada esperaba una reforma y el Gobierno nacional prefirió profundizar medidas. Todos debemos cambiar de mentalidad, para poder encontrar juntos un antídoto, frente a un año que dejó dudas y pocas monedas en la alcancía. Entramos en una política social caliente con suba de precios para el infarto.
(*) Periodista, filósofo y escritor.