A pesar de que este año por la denominada emergencia climática no se autorizarán trabajos de poda, que no sean realmente necesarios, se observa en algunos departamentos esta práctica que está prohibida.


 En relación a la preservación del medio ambiente, una tarea que cada vez adquiere más relevancia y que compete a todos los sectores de la comunidad, no podemos dejar de referirnos al concepto de protección ambiental que representa las acciones que se deben tomar en salvaguarda de nuestro hábitat natural para asegurar una mejor calidad de vida.


Si bien todos somos responsables de que la protección ambiental se ejerza como corresponde, en esta jornada que se recuerda el Día Mundial del Medio Ambiente, hay que tener especialmente en cuenta que los gobiernos, en todos sus niveles, tienen asignados reparticiones y presupuesto para realizar esta tarea específicamente. En nuestra provincia la responsabilidad recae sobre la Secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sustentable que es la encargada de ejecutar las políticas pertinentes y de controlar a todos aquellos individuos que no respetan las reglamentaciones en vigencia y que las transgreden ocasionando daños en el ambiente que en algunos casos son irreversibles.


Cuando hablamos de protección ambiental estamos refiriéndonos al conjunto de medidas que se toman a nivel público o privado para cuidar nuestro hábitat natural, preservándolo del deterioro y la contaminación. Algunas de las acciones que contribuyen con el ambiente consisten en impedir o limitar la tala de árboles, dar un correcto tratamiento a los residuos, prohibir la caza de animales autóctonos, reducir el consumo de energía y combustibles y minimizar los ruidos evitando la contaminación sonora. Para cada uno de estos ítems hay sanciones legales que no todas las veces se imponen como corresponde, lo que ocasiona que nos enfrentemos a problemas ambientales de insospechadas consecuencias. Tal es el caso de la contaminación ambiental, la permanente erradicación e indebida poda de ejemplares arbóreos o la depredación de la flora y la fauna que está dejando a los campos sin plantas y animales autóctonos. Si bien los ataques al arbolado público no son exclusivos de esta época, ni con las multas ni las campañas de concientización implementadas se ha conseguido detener esta práctica. Hace unos días dábamos cuenta de la tala de 7 ejemplares de eucaliptus, en el departamento 9 de Julio, que fueron erradicados 'entre gallos y medianoche'', para dar lugar al inicio de un proyecto de una estación de servicios y un local para la venta de agroquímicos. Tras la denuncia de los vecinos personal de la Dirección de Arbolado Público se hizo presente en el lugar y anticipó que corresponderá aplicar una costosa multa por el ilícito cometido. Unas semanas antes hubo otro caso en la localidad de Rodeo, en Iglesia, donde fueron talados frondosos árboles que embellecían el lugar. El hecho fue denunciado por miembros de la Comisión de Patrimonio Cultural de la provincia, que advirtieron el daño en este sitio turístico.


En cada uno de estos casos se han iniciado las investigaciones para determinar responsables, en tanto los paisajes han quedado desolados, sin que nadie mencione campañas de forestación que hagan de San Juan una provincia similar a San Luis, donde se han plantado miles de árboles.


La caza furtiva de animales autóctonos como guanacos, vicuñas, zorros, liebres, pumas y aves, es uno de los males endémicos que no se logra controlar. Entre las causales San Juan carece de guardaparques y de personal especializado para detectar o controlar la caza furtiva. En lo que va del año varios grupos de cazadores, algunos con armas de guerra y en vehículos especiales, provocaron estragos en la fauna. Uno de los últimos operativos fue en las inmediaciones de la Reserva Don Carmelo, en Ullum, donde se sorprendió a un empleado de la Secretaría de Ambiente junto a un grupo de cazadores de guanacos. Los implicados fueron juzgado en flagrancia donde se los sancionó, aunque no con toda la fuerza que hubiese convenido hacerlo.


En nombre de la protección ambiental hay otras áreas en las que se debe trabajar más intensamente como la limpieza urbana y rural focalizada en las acequias, canales de riego y desagües. También se deberá trabajar en las plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos; en la mejora del arbolado público y en tareas de fumigación contra los insectos. 


Conservar el ambiente puede llegar a ser una tarea en la que no existe el descanso por ser dinámica y cambiante, y está en la protección ambiental la posibilidad de garantizar un mejor ambiente en este contexto de cambio climático que afronta el planeta.

Por Alfredo Correa
DIARIO DE CUYO